samedi 29 septembre 2007

EDITORIAL

Un proyecto para erradicar a “Dios”

La historia humana no puede interpretarse como un proceso lineal. Tan potente fue el veneno de Saulo, el criminal neurótico de Tarso, que llegó a contaminar la historiografía posterior con el engañoso mito de que todos los acontecimientos se encaminan hacia un fin, la Parusía, o el regreso del Cristo triunfante y redentor. Casi dos milenios de pesadilla, ideológica y espiritualmente situados bajo el hechizo del cristianismo, han hecho común la idea de que el pasado y el futuro son dos puntos equidistantes y opuestos; de que, partiendo de la expulsión del Paraíso y salvados del pecado por un ser mitológico que muere y resucita, nos acercamos al misterio de la iniquidad final, a los tiempos de la apostasía y del anticristo, previos a la victoria definitiva del Paráclito y a la resurrección de los muertos. La traducción ingenua de esta visión mendaz, tamizada en la modernidad, sugirió que los seres humanos “avanzábamos” desde las tinieblas de la ignorancia hasta las cumbres de la razón, siguiendo un hilo que, como el de Ariadna en la cueva del Minotauro, unía ambos extremos en una serie de etapas causales. A través de ellas descubría el hombre su “sentido”, se escalonaban las civilizaciones y el Espíritu, a decir de Hegel, surgía como el fruto maduro de un serpenteo histórico plenamente objetivado. Puro idealismo mágico, en realidad.

Pero lo cierto es que habitamos en un cruce de tensiones, que no existe ningún destino prefijado, y que el diseño del acontecer se elabora día a día. Tensiones que se remiten siempre a dos aspectos de nuestra naturaleza: el miedo y la libertad. Sociológicamente, el resultado obvio se corresponde con el antagonismo entre jerarquía y rebelión, o entre mando y desobediencia. El retorno a los tiempos oscuros, a un orden neo-medieval, al apogeo de un sistema clerical, es, pues, siempre posible, y toda teleología, a favor o en contra, es completamente irreal. El pasado y el futuro se entrelazan en el presente. Un presente en el que sólo contamos con nuestras propias fuerzas.

Antonio Cañizares, el obispo de Toledo, el de la larga capa, expuso hace unos días un apasionado alegato. Dijo que existe “un proyecto para erradicar a Dios”, y que algunos blasfemos pretenden “eliminar a la Iglesia católica”, “mofándose”, además, “del mismo Jesucristo”. El purpurado vislumbraba en Ibiza o en Badajoz los puntos neurálgicos de una geografía diabólica, trazada por pseudo-artistas degenerados –tal como babeó recientemente su colega Joachim Meisner, conocido como “el loco del Rhin”- que ansían la desaparición de su Santa Madre, y que aspiran a una existencia salvaje hundida en el relativismo, el materialismo, el ateísmo y la promiscuidad.

¿Erradicar a “Dios”? Pero, ¿Es eso posible?

Quizá, pero en definitiva tan sólo se trata de una idea, de un “meme” transmitido por la cultura. Por increíble que parezca ahora, “Dios” acabará falleciendo por inanición, por falta de alimento, pues, como máximo parásito de la conciencia, sólo subsiste en tanto que modelo imaginario. No es entonces “Dios” aquello que pretende erradicarse, sino la influencia social y cultural ligada a esta idea. La lucha contra la implantación social del "hecho religioso" y contra los privilegios económicos y políticos de los que disfrutan las religiones y sus instituciones es, por supuesto, el correlato lógico de dicha erradicación. Ambos objetivos constan claramente en los estatutos de la FIdA.

Así es. El proyecto existe. Y no sólo responde a esas “manifestaciones pseudoartísticas” señaladas por el Primado Cañizares, “el trepa” del seminario de Segorbe. Ni tampoco a la “imposición” de una infame asignatura que osa declamar los derechos humanos. El proyecto surge como necesidad ética y como resistencia activa, y comienza a concretarse en un movimiento social emancipador, coherente, racional y combativo... Se llama ateísmo militante. Y apenas acaba de dar sus primeros pasos…

samedi 15 septembre 2007

mardi 11 septembre 2007

Atheism: A Very Short Introduction, de Julian Baggini

30.08.08, Pedro Jorge Romero, en pjorge.com. Este libro es exactamente lo que dice su título: una brevísima introducción al ateismo. Lo que significa, claro está, que si ya conoces las posiciones fundamentales del ateismo y sus argumentos principales, lo más probable es que no te aporte demasiado. Eso sí, Julian Baggini escribe muy clarito y se explica muy bien, por lo que siempre resulta agradable leerle. Por otra parte, también resulta asombroso todo el material que repasa en poco más de cien páginas. Lo más curioso de este tipo de libros es que deben empezar defendiendo el ateismo de todas sus connotaciones negativas. A eso dedica casi todo el primer capítulo, situando al ateismo como un posición naturalista y escéptica, como una forma de humanismo positivo. También dedica bastante tiempo a aclarar que la ética puede surgir del mundo natural, como producto de la evolución, o que la existencia de un ser superior no es necesariamente una buena base para el sentido de la vida.

del blog Razón Atea

La insana fe religiosa


© Fernando G. Toledo

«Creo que la decadencia de la fe dogmática sólo puede hacer bien»
Bertrand Russell

La cantinela de la inmoralidad congénita que padecerían los ateos es lugar común en la crítica proveniente de círculos confesionales. Teólogos, religiosos y moralistas de toda laya argumentan que, al carecer de lo que John Rawls llama «estructura moral previa», los ateos son náufragos del mar inmoral, sin salvavidas éticos de los cuales aferrarse. Pero, ¿qué otro asidero más que la pura especulación tiene esta creencia? Quienes sostienen tal argumento apelan irreflexivamente a la historia del siglo XX y a los gobiernos criminales de Pol Pot o Stalin, cuyos regímenes acabaron con millones de vidas humanas. Es cierto, uno y otro eran ateos pero, ¿está en el ateísmo y su supuesta «carencia de valores» la razón de esta perfidia? ¿Qué pasa entonces con la moral de otros criminales de ese siglo, no menos sangrientos, como Videla, Pinochet, Mussolini o el propio Hitler, confesadamente religiosos ellos? ¿No será, en estos casos, la irracionalidad antes que la irreligiosidad la que ha abierto las puertas al espanto? Y, a propósito, ¿quiénes conceden más terreno a la irracionalidad en uno y otro bando, si es que de bandos hablarse puede?
Un buen modo de responder estas cuestiones con algo que escape a la vacuidad de lo especulativo es preguntarse, por ejemplo, si la «religiosidad» contribuye de manera positiva a la «salud» de una sociedad, y si los creyentes tienen, como suele ser opinión común (sobre todo porque hay más creyentes que ateos), una moral de la que los incrédulos carecen.
Al hablar de religión pensemos con el ejemplo del cristianismo. Si es cierto que la religión es la fuente de acceso a la moralidad, y dado que no habría, según se dice, bases seculares para ser moral, una sociedad en la que la población sea mayormente religiosa (i. e. cristiana) dará por resultado una armonía social alta. Y si es verdad que la creencia en un Dios creador, omnipotente y amoroso permite a cada uno de los creyentes en él preocuparse por la inmortalidad de su alma, tendremos por resultado que los ateos serán, cuanto menos, quienes llenen las cárceles, que es el lugar donde acaban los inmorales cuando la justicia civil funciona.

Mayor religiosidad, peor sociedad
Pero resulta que nada de eso se corresponde con la realidad, a juzgar por lo que puede considerarse la investigación más rigurosa, amplia y concluyente de las realizadas hasta hoy para conocer la relación entre religiosidad y salud social. Un estudio cuyos resultados muestran no sólo que las personas creyentes no tienen un sistema moral más infalible que el de los que no creen en Dios ni la inmortalidad, sino algo «peor»: que mientras más religiosa es una sociedad, mayores son los índices de disfuncionalidad. Y, a sensu contrario, mientras más laicismo se respira, mejor van las cosas.
El estudio en cuestión se dio en llamar «Las correlaciones internacionales entre salud social cuantificable con la religión popular y laicismo en las democracias prósperas», y fue publicado por su autor, Gregory S. Paul, en 2005 en el Journal of Religion and Society (EEUU).
Se trata de un impresionante muestreo realizado sobre 18 de las democracias más desarrolladas del mundo, y que relaciona la cantidad de población que confiesa ser religiosa –no sólo creyente, sino también practicante– con las tasas de homicidio, aborto y embarazo adolescente. Sobre una base de datos de nada menos que 800 millones de personas, el resultado es un verdadero escándalo para quienes siguen sosteniendo que la religión es fuente y garantía de moralidad. Es que, en efecto, el estudio muestra por ejemplo que los índices de homicidio son notablemente altos en aquellos países en los que el porcentaje de «creencia absoluta en Dios» o de ciudadanos que «asisten a servicios religiosos varias veces al mes», y muy inferiores entre los que se dicen «agnósticos y ateos».

Los creyentes abortan más
En otro de los cotos más defendidos por el dogmatismo religioso, el aborto, hay más motivos para que recapitulen todos quienes equiparan ateísmo con relativismo y perdición. Los hechos hablan: no importa cuán legalizada esté esta práctica en tal o cual país, mientras las sociedades tienden a ser más religiosas, más abortos se registran. Al destacar el hecho de que los Estados Unidos encabece las peores estadísticas, Gregory Paul se permite una ironía: «El actual (en ese entonces) líder de la mayoría de la Casa Blanca, T. De Lay, cree que los altos índices de crimen y tragedias como el atentado en Columbine continuarán mientras se continúe enseñando a los niños que “no son más más que monos superiories que han evolucionado (sic) a partir de una sopa primordial de fango”». Sin embargo, los datos gritan lo opuesto: Estados Unidos es la democracia más desarrollada en la que menor crédito se da a la teoría evolucionista y, al mismo tiempo, el país donde mayor cantidad de homicidios se cometen.

Divorcio y dogmatismo
Si nos salimos de este apabullante estudio en busca de más evidencias, seguimos encontrando más anomalías entre creyentes que entre ateos. Al punto que incluso bajo algunas premisas morales que los religiosos tienen por dogmáticas, los ateos y agnósticos se muestran más «eficientes». Por ejemplo: ¿se divorcian menos o más las personas religiosas que las que aconfesionales? El divorcio para los cristianos católicos es «ofensa grave contra la ley natural» (sic). Según el Catecismo, «el matrimonio celebrado y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano ni por ninguna causa fuera de la muerte». Pero a la hora de mirar los números proporcionados por una investigación del Barna Research Group, los ateos y agnósticos se ubican en lo más bajo (con 21%) de una tabla que consigna también los casos de divorcios de judíos (30%) y cristianos de diversas ramas (entre un 24% y un 27%). ¡Para los ateos no es pecado divorciarse y, sin embargo, son «menos pecadores»! Vaya ironía.

Casi no hay ateos en las cárceles
Si hacemos caso a las estadísticas elaboradas por la Oficina Federal de Prisiones de los Estados Unidos en 1997, los ateos ocupan, además, los puestos más bajos de las nóminas entre los criminales condenados (0,209%), en un país en el que los cristianos representan entre el 75% y el 82% de la población y los ateos y agnósticos, juntos, apenas entre 0,3% y 2%. Quien sabe leer las estadísticas notará que el porcentaje de ateos es incluso menor que el del total de los ateos. Por cierto, el porcentaje de cristianos encarcelados es casi equivalente al de la población (cerca del 80%) y los católicos lideran el deshonroso ranking, aun cuando no son mayoría en ese país norteamericano. Vale decir que los números de este estudio se parecen a otros similares, por ejemplo a alguno realizado en Colombia y del que hablaba el abogado Juan Carlos Bircamm en un artículo hace un par de años.

Mito sobre mito
La fe no es más que una casa de espejos. Y cuando se instala el «espejismo de Dios» a éste comienzan, indefectiblemente, a crecerle más espectros. Entre esos está, al parecer, la inmoralidad del «insensato ateo». Sam Harris le llama a este fantasma «el mito del caos moral laico». Su razonamiento es límpido y resume lo escrito hasta este punto, aunque haga referencia a otra investigación:
«Si la religión fuera necesaria para la moralidad, habría alguna evidencia de que los ateos son menos morales que los creyentes». Pero «de acuerdo al Reporte de Desarrollo Humano de la ONU (2005), las sociedades más ateas –países como Noruega, Islandia, Australia, Canadá, Suecia, Suiza, Bélgica, Japón, Holanda, Dinamarca y el Reino Unido– son en realidad las más saludables, según indicadores que destacan la expectativa de vida, alfabetismo, ingresos per cápita, nivel educativo, trato equitativo de los sexos, tasas de homicidios y mortalidad infantil. A la inversa, las 50 naciones actualmente clasificadas por las Naciones Unidas en los puestos más bajos del desarrollo son decididamente religiosas. Por supuesto, datos correlativos de este tipo no resuelven cuestiones de causalidad: la creencia en Dios puede conducir a la disfunción social, la disfunción social puede fomentar la creencia en Dios, cada uno de estos factores puede posibilitar el otro, o ambos pueden surgir de una fuente más profunda de malestar. Si dejamos de lado el tema de causa y efecto, estos hechos demuestran que el ateísmo es perfectamente compatible con las aspiraciones básicas de una sociedad civil; y prueban además, concluyentemente, que la fe religiosa no asegura en absoluto la salud de una sociedad».

Al principio nos preguntábamos si era más bien la irracionalidad antes que la «impiedad» la causa de lo que llamamos «actos inmorales», y ahora podemos dar respuesta afirmativa a esa cuestión y equiparar la irracionalidad con la religiosidad. Acaso porque una moralidad basada en seres imaginarios tenga un efecto apenas relativo en el mundo real, que es donde vivimos y para el cual construimos toda moral.
sábado, septiembre 01, 2007,6:15 PM
El veneno
© Christopher Hitchens
Traducción de Juan Carlos Castillón


Existen cuatro objecciones irreductibles contra la fe religiosa: que falsea por completo los orígenes del hombre y del cosmos, que debido a su error original logra combinar el mayor servilismo con el máximo de solipsismo, que es a la vez el resultado y la causa de una peligrosa represión sexual, y que, en última instancia, está basada en los buenos deseos.

No creo que sea arrogante de mi parte proclamar que ya había descubierto esas cuatro objecciones (así como el hecho, más vulgar y obvio, de que la religión es usada por aquellos que ostentan el poder temporal para arrogarse autoridad) antes de mudar la voz. Estoy moralmente seguro de que millones de otras personas han llegado a conclusiones similares de manera muy parecida y desde entonces me he encontrado con esa gente en cientos de lugares y docenas de países distintos. Muchos de ellos nunca creyeron, y muchos abandonaron la fe después de una dura lucha. Algunos de ellos tuvieron breves momentos de descreimiento que, aunque instantáneos, fueron tal vez menos epilépticos y apocalípticos (y luego más justificables moral y racionalmente) que el de Saulo de Tarso en el camino de Damasco. Y ese es el punto, conmigo y con mis colegas. Nuestra creencia no es una creencia. Nuestros principios no son una fe. No descansamos únicamente sobre la fe y la razón porque sean factores más necesarios que suficientes, sino que desconfiamos de cualquier cosa que contradiga la ciencia o ultraje la razón. Podemos disentir en muchas cosas, pero lo que respetamos es la investigación libre, la mente abierta y el valor intrínseco de las ideas. No mantenemos nuestras convicciones de manera dogmática: la falta de acuerdo entre el profesor Stephen Jay Gould y el profesor Richard Dawkins respecto a la «evolución puntuada» y los vacíos por llenar en la teoría postdarwinista, es tan ancha como profunda, pero la resolveremos con pruebas y razonamientos y no con una mutua excomunión. (Mi propia irritación con el profesor Dawkins y con Daniel Dennett, por su vergonzosa propuesta de que los ateos deben presuntamente llamarse a sí mismos «iluminados», forma parte de una continua discusión). No somos inmunes al atractivo de lo maravilloso, el misterio y lo sobrecogedor: tenemos música, arte y literatura, y encontramos que los dilemas éticos serios son tratados por Shakespeare, Tolstoi, Schiller, Dostoievski y George Eliot mejor que en las míticas historias morales de los libros sacros. La literatura, no la escritura, alimenta la mente y –puesto que no existe otra metáfora– también el alma. No creemos en el cielo y el infierno, ninguna estadística mostrará nunca que sin esos incentivos y amenazas cometamos más crímenes de codicia o violencia que los fieles. (De hecho, si tal estadística pudiera hacerse alguna vez, estoy seguro de que la evidencia indicaría lo contrario). Nos hemos reconciliado con la idea de vivir sólo una vez, excepto a través de nuestros hijos, por quienes estamos perfectamente felices de aceptar que debemos apartarnos del camino y dejarles espacio. Especulamos que es por lo menos posible que, una vez que la gente acepta el hecho de que sus vidas son cortas y duras, pueda comportarse con el prójimo mejor y no peor. Creemos con certeza que una vida ética puede ser vivida sin religión. Y sabemos con certeza que el corolario es igualmente cierto –y que la religión ha llevado a innmerables personas no sólo a no comportarse mejor que los demás sino también a concederse permiso para comportarse de maneras que sorprenderían al dueño de un burdel o a un genocida.

Lo más importante, tal vez, es que nosotros los infieles no necesitamos un mecanismo de refuerzo. Somo aquellos a los que Blaise Pascal tuvo en cuenta cuando escribió: «Fui creado de tal manera que no puedo creer».

No necesitamos reunirnos cada día, o cada siete días, o cada día importante y auspicioso, para proclamar nuestra rectitud ni para inclinarnos y humillarnos por nuestra insignificancia. Los ateos no necesitamos de ningún sacerdote, ni de ninguna jerarquía por encima de ellos, para controlar nuestra doctrina. Los sacrificios y las ceremonias nos parecen abominaciones, al igual que las reliquias y la adoración de cualquier imagen u objeto (incluyendo esos objetos que revisten la forma de uno de las más útiles innovaciones humanas: el libro encuadernado). Para nosotros no existe un lugar en la tierra que pueda ser «más sagrado» que otro; al ostentoso absurdo del peregrinaje o al simple horror de matar civiles en nombre de cualquier pared sagrada, cueva, santuario o roca, contraponemos un paseo, ya sea agradable o urgente, de un extremo al otro de la librería o galería, o un almuerzo con un amigo agradable, persiguiendo la verdad o la belleza. Algunas de esas excursiones hasta la librería o la galería, si son serias, obviamente nos pondrán en contacto con la fe y los creyentes, desde los grandes pintores y compositores devotos, hasta las obras de Agustín, Tomás de Aquino, Maimónides y Newman. Esos grandes estudiosos pueden haber escrito muchas cosas malvadas o simplemente tontas, y han sido irrisoriamente ignorantes acerca de la teoría del germen de las enfermedades o el lugar del globo terrestre en el sistema solar, por no hablar del universo, y esa es la principal razón por la que ya no quedan más como ellos, y no habrá más como ellos mañana. La religión dijo sus últimas palabras inteligibles, nobles e inspiradoras hace ya mucho tiempo: o eso o se convertido en un admirable pero nebuloso humanismo, como hizo, por ejemplo, Dietrich Bonhoeffer, un bravo pastor luterano colgado por los nazis por negarse a colaborar con ellos. No tendremos más profetas ni sabios de la vieja escuela, y por eso las devociones de hoy son sólo los ecos repetidos del ayer, a menudo traqueteados hasta un extremo chirriante como señal de un terrible vacío.

Mientras que algunas apologías religiosas son magníficas de forma limitada –podemos citar a Pascal– y algunas deprimentes y absurdas –aquí no podemos dejar de citar a C. S. Lewis– ambos estilos tienen algo en común: el increíble lastre que deben cargar consigo. ¡Cuánto esfuerzo por afirmar lo increíble! Los aztecas tenían que desgarrar un pecho humano cada día sólo para asegurar que el sol saliera. Se supone que los monoteístas tienen que fastidiar a su deidad más a menudo, y hasta cabe el riesgo de que ésta sea sorda. ¿Cúanta vanidad debe esconderse –sin mucho éxito– para pretender que uno es el objetivo personal de un plan divino? ¿Cuánto amor propio es preciso sacrificar para estremecerse continuamente en la certeza del propio pecado? ¿Cuántas asunciones innecesarias deben hacerse, y cuántas contorsiones son necesarias, para recibir cada nueva revelación de la ciencia y manipularla para que «encaje» con las palabras reveladas de antiguas deidades creadas por el hombre? ¿Cuántos santos, milagros, concilios y cónclaves son necesarios para establecer primero un dogma y después –tras infinito dolor, pérdidas, absurdo y crueldad– ser forzado a rescindirlo? Dios no creó al hombre a su imagen y semejanza. Evidentemente fue al revés, lo cual es una explicación indolora de la profusión de dioses y religiones, y del fraticidio dentro de y entre las diferentes profesiones de fe, que vemos hoy entre nosotros y que tanto han retardado el desarrollo de la civilización.

La crítica más suave de la religión es también la más radical y devastadora. La religión ha sido creada por el hombre. Incluso los hombres que la crearon no han logrado coincidir en aquello que sus profetas, redentores o gurúes dijeron o hicieron realmente. Mucho menos pueden decirnos el «significado» de descubrimientos y desarrollos posteriores que, cuando comenzaron, o bien obstruían sus religiones o bien fueron denunciados por las mismas. ¡Y sin embargo, los creyentes siguen pretendiendo saber! No sólo saber, sino saberlo todo. No sólo saber que Dios existe y que creó y supervisó toda la empresa, sino también saber lo que «él» nos pide, desde la dieta de nuestra moral sexual y sus observancias. Dicho con otras palabras, en una vasta y complicada discusión en la que conocemos cada vez más y más sobre menos y menos, y sin embargo podemos esperar alguna iluminación a medida que avanzamos, una facción –compuesta de facciones mutuamente excluyentes– tiene la increíble soberbia de decirnos que ya tenemos toda la información esencial que necesitamos. Tal estupidez, combinada con una gran dosis de orgullo, debería ser suficiente como para excluir a la «fe» del debate. La persona que está segura, y que reclama para sí la garantía divina de su certeza, pertenece ya a la infancia de nuestra especie. Puede ser un largo adiós, pero ya ha comenzado y, como todos los adioses, no debe ser demorado.

El debate con la fe es el fundamento y origen de todos los debates, porque es el inicio –pero no el fin– de todos los debates sobre la filosofía, la ciencia, la historia y la naturaleza humanas. Es también el comienzo –pero en modo alguno el fin– de todas las disputas sobre la vida buena y la ciudad justa. La fe religiosa, precisamente porque seguimos siendo criaturas en evolución, es algo irradicable. Nunca morirá, o al menos no hasta que dejemos de temer la muerte, lo oscuro, lo desconocido y al prójimo. Por esta razón, incluso si pudiera, nunca la prohibiría. Podéis decir que es muy generoso por mi parte. Pero, ¿me concedería el religioso la misma indulgencia? Lo pregunto porque aquí existe una diferencia real y seria entre yo y mis amigos religiosos, y mis verdaderos y más serios amigos son lo bastante honestos como para reconocerlo. Puedo sentirme satisfecho acudiendo a los bar mitzvahs de sus hijos, maravillarme ante sus catedrales góticas, «respetar» su creencia en que el Corán fue dictado, aunque tan sólo en árabe, a un mercader iletrado, o interesarme en el consuelo de la Wicca, el hinduismo o el jainismo. Y continuaré haciéndolo sin insistir en una condición recíproca y educada –que a su vez me dejen en paz. Pero esto es algo que la religión definitivamente no es capaz de hacer. Mientras escribo estas palabras, y mientras las leeis, vosotros, gente de fe, estáis, cada cual a su manera, planeando vuestra destrucción y la mía, y la destrucción de todos los logros humanos y difícilmente ganados que he citado. La religión lo envenena todo.

Extracto de God is not Great: How Religion Poisons Everything.

las violaciones de curas en costa rica

Reportaje del dia 30-04-07, por la televisora canal 7 en Costa Rica. Trata sobre las violaciones de los curas. El gobierno de Costa Rica le entrega a la iglesia catolica 200,000 dolares por año a la iglesia y usan ese dinero para encubrir sus crimenes.





Terça-feira, Setembro 04, 2007

Criacionismo nas escolas públicas portuguesas

Conforme os leitores mais antigos do Diário Ateísta talvez se recordem, o criacionismo é ensinado nas escolas públicas portuguesas na disciplina de Educação Moral e Religiosa Evangélica. No novo programa de Educação Moral e Religiosa Católica (EMRC), o criacionismo aparece, a par da «evolução das espécies», nos «conteúdos» do «ensino secundário» (página 159 do programa de EMRC):
  • «A origem do ser humano e a evolução das espécies vs o criacionismo, numa visão literal da Bíblia; A visão científica sobre a origem do universo; Is 64,7: Deus é o criador do ser humano; Sl 136(135),1-9; Jr 10,6.10a.11-13.16 A origem do universo e a doutrina da criação».

Temos assim que nas aulas de biologia e física se ensinam (espero eu) teorias comprováveis sobre a origem do universo e da humanidade, e uma hora depois, nas mesmas salas, pessoas investidas pelo Estado de idêntica autoridade escolar colocam mitos inventados por uns pastores do Médio Oriente a par de teorias revisíveis, quantificáveis e corroboradas pela observação. Assim se mergulha os alunos no pior relativismo epistemológico, convencendo-os de que a relatividade geral e a narrativa do génesis são abordagens igualmente válidas da realidade.

O criacionismo aparece também, por exemplo, na página 104 («conteúdos» para o 7º ano de escolaridade):

  • «A mensagem fundamental do Génesis (1-2,24): A origem de todas as coisas é Deus; Deus mantém as coisas na existência; O amor de Deus cria e alimenta a natureza; Todas as coisas materiais são boas; O ser humano é a obra-prima de Deus; Sl 8: Hino ao Criador do ser humano».

O programa de EMRC tem ainda as suas pitadas de propaganda anti-ciência, por exemplo na página 158:

  • «O determinismo cientista e a liberdade e dignidade do ser humano; (...) A ordem e a racionalidade do universo vs o acaso como hipótese explicativa; A rejeição da hipótese «Deus» como factor explicativo na ciência».

Uma pessoa estremece só de imaginar o que um professor de EMRC (que, recorde-se, não pode ser nomeado nem demitido sem o «acordo» da «autoridade eclesiástica») pode fazer com estas indicações: desde extrapolações simplistas de que «a ciência determinista tira a liberdade ao Homem», até falsas alternativas entre a «ordem divina» do universo e o «acaso» que erradamente se atribui à visão científica (na realidade, a formação da Terra ou a selecção natural não são «acasos», da mesma forma que a queda de um objecto ou a extinção de uma espécie por predação também não são «acasos»; são, isso sim, acontecimentos sem propósito ético).

Note-se que o direito de acreditar em mitos antiquados, e até o direito de ensiná-los, é intocável. Simplesmente, é inaceitável que esse ensino tenha lugar na escola pública, paga pelos contribuintes e mantida pelo Estado para difundir o conhecimento e a ciência. Como é inaceitável que na escola da República se ensinem valores anti-republicanos.

[Diário Ateísta/Esquerda Republicana]

Advierte asociación vaticana riesgo de guerra civil en Venezuela

05.09.07, Milenio (MX). En Venezuela nunca fue tan profunda como ahora la división entre adversarios y defensores del presidente Hugo Chávez, por lo que la situación podría desembocar en una guerra civil, advirtió hoy un portavoz de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), una organización de ayuda internacional con calidad de “derecho pontificio” (es decir, aprobada por el Papa y dependiente de la Curia Romana). AIN denunció también, en una nota de prensa enviada a Notimex, que entre sacerdotes y laicos existe un creciente temor de que el gobierno expropie las escuelas católicas del país. “Un sacerdote que dirige una escuela manifestó su temor de que el gobierno confisque escuelas y centros de salud de la Iglesia como parte del programa de nacionalización de ámbitos educativo y sanitario”, señaló. El texto estableció que las escuelas en la nación sudamericana “se ven cada vez más amenazadas” porque el Estado ejerce influencia en la enseñanza, las obliga a utilizar sólo “material aprobado” y promueve el adoctrinamiento de la población.

BENEDICTO XVI ALUDIO A LA AUTORIZACION PARA CREAR EMBRIONES HIBRIDOS EN EL REINO UNIDO

El Papa advirtió que la ciencia puede ser una terrible amenaza

En su visita a Austria, remarcó que no hay que perder "la referencia a Dios".
jalganaraz@clarin.com


La ciencia sin Dios es una amenaza a toda la humanidad, advirtió ayer el Papa en su homilía bajo la lluvia en el santuario de Mariazell, Austria, ante 33.000 fieles. Allí, a 150 kilómetros de Viena, presidió las celebraciones del santuario favorito del mundo católico centroeuropeo.

El pontífice afirmó que no se debe perder "la referencia a Dios" porque si esto ocurre "los grandes y maravillosos conocimientos de la ciencia se hacen ambiguos y se convierten en una terrible amenaza" que puede degenerar "en la destrucción del hombre y del mundo".

El Papa aludió a las experimentaciones científicas biológicas, que están en Europa en primer plano esta semana después que las autoridades británicas autorizaron la creación de embriones híbridos con materiales genéticos humanos y animales para facilitar las investigaciones destinadas a curar enfermedades graves.

"Nuestra fe -añadió- se opone decididamente a la resignación que considera al hombre incapaz de la verdad, como si ella fuera demasiado grande para él". Volvió además a atacar el relativismo, "del que se alimenta la secularización".

El Papa abordó nuevamente, como el viernes en la primera de las tres jornadas de su visita a Austria, diversos temas y comentó que Europa se ha convertido en un continente "pobre de niños", refiriéndose a la crisis demográfica debida a la caída de la natalidad.

"Hay que tener confianza en el futuro. Queremos todo para nosotros mismos y quizás no nos confiamos demasiado en el futuro. Para mirar adelante sirve la fuerza moral del cristianismo, instrumento indispensable de cara a los desafíos de nuestro tiempo", remarcó, y agregó que "Dios salvó al mundo no con la espada sino con la Cruz".

El Papa había atacado duramente el viernes al aborto, que "no es un derecho humano sino una herida". Ayer, el gobierno de Austria declaró que no está en proyecto modificar la ley que autoriza con condiciones la interrupción de la maternidad.

Benedicto XVI también manifestó su tristeza porque dos peregrinos de 83 y 80 años que iban al santuario murieron por sendos infartos. Entre los que lo escucharon bajo la lluvia había muchos fieles de países vecinos como Hungría, Eslovenia y Croacia. El Papa rezó dentro del templo ante la estatua de la virgen María de estilo románico y por la tarde presidió una víspera mariana con sacerdotes y miembros de las congregaciones religiosas.

A todos ellos, Benedicto XVI les destacó la importancia obligatoria de los consejos evangélicos de la perfección: pobreza, castidad y obediencia. Ratificó el respeto del celibato sacerdotal "que no implica un elogio del individualismo y la falta de relaciones", sino "el total e incondicional servicio al reino de Dios".

El pontífice regresó por la noche a Viena, donde para esta mañana está prevista una misa en la catedral de San Esteban y una visita al monasterio de Helligenkreuz antes de regresar por la tarde a Roma.

Padre Pro: Revanchismo del clero
Fusilado en 1927, en pleno conflicto religioso, el jesuíta Miguel Agustín Pro es uno de los principales símbolos de la lucha del clero contra el laicismo mexicano.
Edgar González Ruíz (Para Kaos en la Red) [08.09.2007 20:43] - 168 lecturas - 3 comentarios

Padre Pro: símbolo de la lucha del clero contra el laicismo

Padre Pro:

Revanchismo católico

Edgar González Ruiz


El padre Pro es uno de los principales símbolos del revanchismo de la jerarquía católica contra la revolución mexicana y contra el estado laico.


Acusado de participar en un atentado terrorista durante la guerra cristera, Pro fue ejecutado por el gobierno de Plutarco Elías Calles, hecho que sus partidarios consideran una injusticia.


Pero ante todo,la jerarquía católica ha usado su memoria para promover su propia injerencia en política, por lo que Juan Pablo II lo beatificó en 1988.


En momentos en que el clero exige reformas constitucionales que le permitan tener más participación en las instituciones, se ha intensificado la promoción de la figura de Pro, que fue beatificado en 1988 en la antesala de la alianza de Salinas con la derecha católica.


Mártir de una mala causa


Miguel Agustín Pro Juárez nació el 13 de enero de 1891 en Guadalupe, Zacatecas. En 1911 se unió a los jesuitas. Estuvo exiliado de México, en España, Estados Unidos, Bélgica y Nicaragua; en el Colegio Centro América, de la ciudad de Granada, tuvo como alumno a Pablo Antonio Cuadra, quien llegaría a ser poeta e ideólogo de la derecha.


En Bélgica se preparó como activista para inculcar a los trabajadores las doctrinas de la Iglesia. Se ordenó en 1925 y regresó a México, donde sus hermanos Humberto y Roberto colaboraban activamente con la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa, formada por extremistas que luchaban ferozmente contra el estado laico. El padre Pro también colaboró con la LNDLR y fue fusilado luego de haber sido acusado de complicidad en un atentado terrorista contra el general Alvaro Obregón, el 13 de noviembre de 1927, en el que la mencionada Liga usó un coche proporcionado por su hermano Humberto y cuyo permiso de conducir tenía la fotografía de Roberto Pro con un nombre falso.


Quienes defienden a Pro, dicen que no tuvo “nada que ver” con el atentado ni en general con la lucha armada, pero ellos mismos reconocen que participó en los proyectos de la LNDLR y que apoyó de diversas maneras la resistencia derechista contra el gobierno de Calles. Su hermano Humberto también fue ejecutado con motivo del atentado, suerte que no corrió Roberto Pro, debido a la mediación del embajador de Argentina a México.


En su libro Ese hombre. Vida y martirio de Miguel Agustín Pro (la Buena Prensa, México, 2001), el jesuita David Fernández se refiere a las actividades que contra el gobierno de Calles llevaba a cabo el padre Pro, y que incluían el apoyo al boicot organizado por la LNDLR, y a sus agresivas campañas de propaganda contra Calle sy otros revolucionarios.


El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro se ha enfrentado con valentía a los abusos cometidos por instancias gubernamentales, por lo que es lamentable que lleve el nombre de un personaje como Pro, que a fin de cuentas luchó contra las libertades civiles y contra el progreso de México, pues ese era el espíritu de la jerarquía católica y de los sanguinarios cristeros, que nunca respetaron la vida ni los derechos de sus opositores: maestras rurales, agraristas, librepensadores, protestantes, etc.


Al idealizar a los cristeros y a personajes como Pro se pasa por alto que el clero pretendía imponer en México una tiranía católica como la que sufriría España bajo Franco. La la jerarquía se oponía al divorcio, autorizado en las leyes gracias a Venustiano Carranza, a la pluralidad religiosa y a la libre decisión sobre la vida sexual, como lo sigue haciendo hoy en día.Tomando como pretexto la defensa de las creencias religiosas, la jerarquía defendía sus propios intereses, y ante todo la posibilidad de intervenir en aspectos como la educación pública y la vida política.


El presidente Calles se opuso a esos proyectos, por lo que en México se consolidó un estado laico que es ejemplo para los demás sociedades de América Latina, donde la Iglesia sigue imponiendo sus normas, negando las libertades personales, haciendo mancuerna con el ejército y valiéndose de leyes que le otorgan amplios privilegios.

Beatificado en 1988, Pro ha sido uno de los principales símbolos del reavivamiento de las ambiciones políticas del clero, y de esa manera se ha promovido su imagen tanto en México como en países de América Latina y en ciudades de Estados Unidos como Brownsville y Houston, Tejas. En Perú, un colegio de los jesuítas lleva el nombre del padre Pro.


En febrero de 1926, el templo de la Sagrada Familia, ubicado en la colonia Roma de la ciudad de México, fue escenario de un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y fanáticos religiosos; décadas después, en 1975, en el atrio de ese templo grupos de ultraderecha organizaron agresivas manifestaciones contra los libros de texto de la SEP, ahora se está haciendo en esa iglesia una colecta permanente para la construcción de un centro asistencial y un museo que llevará el nombre del beato. Se exhibe una urna con los restos de Pro, se recaban evidencias de algún “milagro” que se le pueda atribuir para poder canonizarlo, y hasta se venden sus reliquias, que son diminutos pedazos de sus vestiduras.


Un tríptico sobre el padre Pro que se reparte en el mencionado templo termina con la exhortación a seguir su ejemplo "...llegando, si es preciso, a ofrendar la vida en defensa de nuestra fe, exclamando antes de morir, tal como lo hizo él a plena voz: ¡Viva Cristo Rey!".


Con el mismo espíritu revanchista, una historieta publicada por La Buena Prensa ataca a Calles, de quien se dice que en su momento “jura destruir la fe cristiana y persigue ferozmente a la Iglesia”, además, se acepta que Miguel Agustín Pro participaba en actividades tendientes a desestabilizar algobierno, como capellán de la LNDLR, lo mismo que repartiendo propaganda, organizando reuniones y apoyando a las familias de los combatientes cristeros.


Además, los jesuitas han filmado una película sobre la vida del padre Pro, que es encarnado por Pedro Reyes, actor y religioso de la Compañía de Jesús, mientras que Eric del Castillo personifica al general Calles, quien aparece descrito como furibundo anticatólico.


Tanto Eric del Castillo como su hija Kate apoyaron hace seis años la campaña de Fox, como parte de la oleada del llamado voto útil, de tal suerte que en febrero del 2000 el entonces candidato presidencial del PAN asistió a una reunión en casa del actor donde exhibió su retórica de campaña basada ante todo en ataques al PRI.


El 22 de noviembre de 2006, en un salón de fiestas de León, Guanajuato, Eric del Castillo, Pedro Reyes y Miguel Rico, director de la cinta, presentaron dicho trabajo, basado en un proyecto del sacerdote jesuita Alberto Vargas.


Realizada por Loyola Producciones, la película, que dura aproximadamente dos horas, pronto será distribuida en DVD, pero ya se han difundido en la Web algunos avances de ella (www.sjmex.org/procura), con los lugares comunes de la propaganda clerical, que explica la guerra cristera como un producto del “odio” contra la Iglesia.


La libertad de Dios


Miguel Agustín Pro fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988, precisamente en el aniversario del natalicio de Plutarco Elías Calles (25 de septiembre de 1877), en lo que fue conscientemente un ataque a la memoria del gobernante que defendió el estado laico enfrentándose a la jerarquía católica.


El Papa también había pensado llevar a cabo la beatificación nada menos que el 20 de noviembre de 1987, en el aniversario mismo de la Revolución Mexicana.


Comoquiera que sea, cuando se llevó a cabo la ceremonia, el tema principal de la política mexicana era el fraude electoral que llevó a la presidencia a Salinas de Gortari.


La beatificación de Pro, que el Vaticano llevó a cabo con ánimo desafiante y belicosocontra el tradicional laicismo mexicano, fue uno de los primeros signos de lo que sería la alianza de Salinas con la derecha católica.


En la ceremonia realizada en la Basílica de San Pedro, Wojtyla afirmó que Pro fue “un mártir caído durante una violenta represión anticlerical” (La Jornada, 26 de septiembre de 1988).


Asistieron los prelados mexicanos, en cuya representación, el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso Rivera, leyó la biografía de Pro, de quien dijo que no fue beatificado por “su implicación en un hecho concreto, sino como víctima de un trasfondo de odio a la fe”.


No hubo representación del gobierno en ese acto, pues eran tiempos en que todavía se respetaba su carácter laico ni había relaciones con la Santa Sede, pero, como significativo presagio, las autoridades mexicanas guardaron silencio ante la actitud provocativa del clero, cuya injerencia se desataría durante el sexenio de Salinas, de 88 a 94.


En la ciudad de México, se llevó a cabo una misa en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la beatificación, donde el jesuita Fernando Azuela se refirió al activismo de Pro contra el gobierno de Calles y exhortó a la lucha para promover la intervención del clero en la vida política y social del país.


Dijo que Pro, quien colaboró como jefe de conferencistas con la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa, organización política de los cristeros, “se las ingenió para combinar las acciones de emergencia asistencial con las que pensaba que podrían socavar desde sus cimientos al régimen injusto” (El Heraldo, 26 de septiembre de 1988).


Su papel como jefe de conferencistas, señaló, “lo mismo implicaba adiestrar jóvenes que infundir mística en las bases más humildes”.


En clara alusión a la lucha política de la jerarquía católica, también dijo que Pro era ejemplo contra los países donde “subsisten leyes o sistemas de gobierno que violan los derechos humanos y coartan la libertad de Dios”.


Como era de esperarse, la beatificación fue aplaudida por los panistas, sea de manera abierta o hipócrita, en casos como los de Teresa Ortuño, actualmente senadora plurinominal, y de Juan José Hinojosa, mientras que algunos priístas, como Socorro Díaz, hicieron tibios llamados a no cuestionar el estado laico y algunos voces de la izquierda alertaron sobre las pretensiones del clero (El Nacional, 25 de septiembre de 1988).


Gurza Ortuño señaló en esa ocasión que la beatificación de Pro era una determinación “interna” de la Iglesia, que el PAN como partido político no podía calificar, pero a la vez reforzó los ataques clericales contra el PRI afirmando que “quien lo mandó ajusticiar fue Plutarco Elías Calles y ese es un hecho histórico que coincide con que Elías Calles fue el creador del partido del gobierno”.


Hinojosa, por su parte, forzando los términos hasta llegar a darles un significado opuesto al que tienen, escribió en un artículo publicado en Proceso el 3 de octubre, que “Pro se opuso a la intolerancia religiosa” y que los cristeros defendieron “contra Calles” “la libertad de creer”.


En realidad, los cristeros y sus aliados no defendían la tolerancia, sino por el contrario, la imposición de las normas a intereses de la jerarquía católica.


Por su parte, Carlos Castillo Peraza, quien era entonces colaborador de La Jornada dedicó su espacio del 26 de septiembre a criticar al sindicalismo magisterial.


El grupo Provida, que ya encabezaba Jorge Serrano Limón organizó una "procesión solemne", con rosarios y antorchas, en honor de Pro, que convocó a una “procesión solemne” el 24 de septiembre a las 5 de la tarde desde el edificio antiguo de La Lotería, donde estuvo encarcelado el padre Pro hasta el templo de la Sagrada Familia.


Asistieron unas 700 personas, según cálculos de La Jornada, quienes enarbolaron banderas de México y del Vaticano, y corearon lemas como “Que sí, que no, el padre Pro venció” y “México católico, siempre fiel”.


Dicho grupo había convocado a ese acto con el lema de “El pueblo de México sufre su martirio” (de Pro) y exhortando a los asistentes a llevar antorchas y rosarios, para ostentar así un activismo político religioso que no fue censurado por las autoridades.


Serrano Limón dijo a los medios que "El padre Pro fue víctima por su vida cristiana"; "...él no era activista deninguna agrupación cristiana, como fue el caso de Anacleto González Flores que, sin tomar las armas, sí trabajó en la clandestinidad como líder de masas" (Excélsior, 15 de septiembre de 1988).


Según un boletín que emitió Provida, “el padre Pro entregó su vida a Dios, esperando aplacar el odio de los perseguidores de Dios”.


En un tono similar, el jesuita Paolo Molinari, especialista en canonizaciones dijo a Proceso que "Pro no fue un cristero sino todo lo contrario. Siempre vivió su sacerdocio sin entrar en política, sin apoyar el movimiento de los cristeros..." (Proceso, 621, 26 de septiembre de 1988).


Veinte años después, no queda duda de que ese tipo de pronunciamientos estaban dictados por la estrategia clerical de no desatar de momento una confrontación en torno a la tradición laicista de México, pues a medida que la jerarquía se ha sentido más poderosa ha ido reivindicando más abiertamente la guerra cristera, hasta legar al grado de rendir culto abiertamente a quienes tomaron las armas en defensa del clero.


Cabe añadir que junto con Pro fue beatificado el franciscano español Fray Junípero Sierra, colonizador de California, a quien se ha acusado de explotar y aprisionar a los indios americanos, por lo que su beatificación motivó protestas en esa región.

Partir el texto en columnas 09-09-2007
Carta al Director de la revista científica "Nature"
Los científicos deberían hacer frente común contra la amenaza de la religión

Sam Harris
Nature

Traducido del inglés para Rebelión por Anahí Seri

Resultó realmente inquietante encontrarse con la justificación del Islam de Ziauddin Sardar en las páginas de su revista (Beyond the troubled relationship, Más allá de una relación difícil, Nature 448). Aquí, como en otros lugares, el tratamiento de la religión por parte de Nature ha sido indefectiblemente diplomático, hasta el punto del oscurantismo.

En su comentario, Sardar parece aceptar tal cual, sin cuestionarla, la afirmación de que el Islam constituye una "visión del mundo intrínsecamente racional". Tal vez haya ocasiones en las que los intelectuales públicos deben proclamar que las enseñanzas del Islam están en perfecta armonía con el naturalismo científico. Pero no hagamos eso, por el momento, en la revista científica más prestigiosa del mundo.

De acuerdo con las enseñanzas básicas del Islam, no se puede cuestionar ni contradecir el Corán, puesto que es la palabra perfecta del creador del universo. Hablar de la compatibilidad entre ciencia e Islam en 2007 es como hablar de la compatibilidad entre ciencia y cristianismo en el año 1633, cuando a Galileo se le obligó, bajo amenaza de muerte, a renegar de su teoría sobre el movimiento de la Tierra.

Un editorial en el que se anuncia la publicación del libro de Francis Collins, The Language of God (El lenguaje de Dios), ("Building bridges", "Construyendo puentes", Nature 442), representa otro ejemplo de mojigatería de elevada moral a la hora de enfrentarse a la incompatibilidad entre fe y razón. Nature alaba a Collins, un devoto cristiano, por ponerse "con personas creyentes a explorar como la ciencia, tanto en lo que respecto a su modo de pensamiento como a sus resultados, es coherente con sus creencias religiosas".

Pero así es cómo Collins describe como él, como científico, acabó convenciéndose de la divinidad de Jesucristo: "En un bello días, mientras caminaba por la montañas Cascade…. la majestuosidad y la belleza de la creación de Dios me sobrecogieron. Giré una esquina y vi una catarata hermosa y congelada, inesperada, de una altura de más de cien metros, y supe que la búsqueda había acabado. La siguiente mañana, me arrodillé en la hierba cubierta de rocío cuando salía el sol, y me entregué a Jesucristo."

¿Qué tiene en común con la ciencia el "modo de pensamiento" del que hace gala Collins? "El lenguaje de Dios" debería haber provocado indignación entre los editores de Nature. En vez de ello, calificaron los esfuerzos de Collins como "conmovedores" y "loables", elogiándolo por construir "un puente entre la división social e intelectual que existe entre la mayoría de los universitarios de USA y lo que se llama el interior."

En una época en que se acusa a médicos e ingenieros musulmanes de intentar atrocidades ante la expectativa de una recompensa supernatural, en que la Iglesia Católica sigue predicando, en los pueblos asolados por el SIDA, que el uso del condón es un pecado, en que el Presidente de los Estados Unidos veta una y otra vez, por razones religiosas, la investigación médica más prometedora, mucho depende de que la comunidad científica presente un frente unido contra las fuerzas de la sinrazón.

Hay puentes y hay tablones endebles, y la tarea de revistas como Nature consiste en saber distinguir entre unos y otros.

samedi 8 septembre 2007

Espagne : L’Eglise catholique mène une bataille juridique pour arrêter un exode massif

Des milliers d’Espagnols souhaitent quitter l’Église catholique romaine. Mais l’Eglise ne veut pas les laisser partir. A Madrid et Valence, les évêques se sont tournés vers les tribunaux pour essayer d’enrayer cet exode massif.

C’est la dernière étape de la lutte en cours entre l’Église catholique et le mouvement anticlérical grandissant en Espagne. Tout a commencé lorsque 47 ex-catholiques ont décidé de quitter le troupeau et ont demande à être officiellement rayés des registres paroissiaux. Comme cette satanée inquisition n’est plus là pour forcer les apostats à se soumettre, les autorités ecclésiastiques ont essayé de les arrêter par la force de l’arrogance. Elles ont tout simplement refusé de rayer leurs noms des registres paroissiaux. Les futurs apostats ont alerté l’Agence Nationale pour la Protection de Données, pour qui les données des registres paroissiaux sont considérées comme privées et doivent donc, légalement, être effacées à la demande. L’Église n’a pas obtempéré. Ce refus obstiné de respecter une décision privée de se désaffilier a été un catalyseur pour tous ceux qui étaient déjà mécontents de l’Église. Quand le Pape s’est rendu en Espagne en juillet 2006, 1500 personnes ont manifesté dans les rues en exigeant que leurs noms soient effacés des archives de l’Église.

Manifestants portant le sigle « stop-au-pape » à Valence
Manifestants portant le sigle « stop-au-pape » à Valence

Entre temps, un arrêt de la Cour suprême donnait raison à l’Agence Nationale pour la Protection de Données et condamnait l’Église. Mais, au lieu d’accepter les limites de leurs pouvoirs, les évêques ont entamé une bataille légale en invoquant l’apostasie et ils ont fait appel. Leur argument est spécieux : les registres des baptêmes sont des documents historiques qui ne peuvent être changés !

L’Église catholique perd du terrain en Espagne. Même si officiellement 82% des habitants sont catholiques, seuls 48% sont pratiquants. Et, croyants ou non-croyants, 75% sont convaincus que la hiérarchie de l’Église n’est pas en phase avec la réalité d’aujourd’hui et veulent que son influence soit réduite. La vaste majorité est en faveur du referendum social introduit par le gouvernement socialiste du Premier ministre Zapatero, qui ouvre la voie vers la recherche sur les cellules souches, le divorce plus rapide et plus facile, la reconnaissance du mariage homosexuel ainsi que le droit d’adoption pour les couples homosexuels.

Royaume-Uni : Une écolière défie l’interdiction du voile et perd

Jeune fille au niqab
Jeune fille au niqab

Une jeune musulmane de 12 ans qui avait tenté de défier l’interdiction de porter à l’école le niqab, voile complet du visage, a perdu son procès devant la Cour suprême. Le tribunal a rejeté l’argument de son avocat selon lequel l’interdiction de porter le voile violait les droits humains de la jeune fille.

La jeune fille, dont l’anonymat est protégé par ordonnance, s’est mise à porter le niqab en septembre dernier lorsqu’elle a atteint la puberté. L’école l’avisa que ce n’était pas acceptable, parce que les enseignants pensent que cela rend difficiles la communication et l’étude. Le niqab couvre tout le visage sauf les yeux. Sur 120 étudiantes musulmanes dans cet établissement de 1300 filles du Buckinghamshire, elle était la seule à vouloir absolument porter le niqab en présence d’enseignants ou de personnel mâles, tandis que 60 autres filles portent le voile hijab, qui laisse leur visage découvert.

Son avocat a argué que sa cliente et ses parents avaient une « attente légitime » à porter le niqab, puisque 3 de ses sœurs aînées l’avaient fait quand elles étaient dans cette même école. L’interdiction, a-t-il dit, est un abus contre sa liberté de « pensée, de conscience et de religion », qui est garanti par l’article 9 de la Convention européenne des droits de l’homme.

L’école a également reçu le soutien du Centre Musulman d’Education à Oxford, lequel a convenu que tous les musulmans ne sont pas d’accord avec le port du niqab.

USA : vision fugitive d'une nation sans slogan religieux

Madalyn Murray O’Hair (1919-1995)
Madalyn Murray O’Hair (1919-1995)

Le 15 février 2007, Madalyn Murray O’Hair aurait bien ri si elle était encore en vie.

Depuis maintenant près de 70 ans, chaque pièce de monnaie d'un dollar frappée aux Etats-Unis porte l'inscription "In God we trust" (nous plaçons notre confiance en Dieu) – slogan qui est même devenu la devise nationale en 1956. En 1978, la responsable athée américaine Madalyn Murray O’Hair a intenté une action en justice contre l'inscription religieuse, en tant que violation des principes de laïcité proclamés dans le Premier Amendement à la Constitution Américaine. Mais cette action, pas plus que les suivantes, n'a jamais obtenu la suppression de la devise. Dieu et le Dollar semblaient inséparables – jusqu'au 15 février 2007. Ce fut le jour où, soudainement et sans crier gare, des milliers de pièces d'un dollar neuves – le nombre exact reste inconnu à ce jour – à l'effigie de George Washington mais sans dieu - sortirent du très officiel US Mint à Philadelphie, franchirent miraculeusement toutes les inspections et entrèrent en circulation. Leur tranche, où l'inscription "In God we trust" aurait dû se trouver, était ostensiblement nue, lisse et sans ornement.

Le nouveau dollar à l'effigie de George Washington, sans l'inscription "In God we trust".
Le nouveau dollar à l'effigie de George Washington, sans l'inscription "In God we trust".

Nombreux furent ceux qui ne crurent pas à une simple erreur de production. Certains soupçonnèrent une conspiration blasphématoire. D'autres encore prirent grand plaisir à contempler le dollar sans inscription, y voyant le symbole de la défaite divine. Et ceux qui l'ont connue se souvinrent de Madalyn Murray O'Hair, l'influente présidente des American Atheists. Pour eux, la pièce de monnaie à tranche lisse sonne comme un rappel : la bataille pour la laïcité est loin d'être gagnée.

Egypte : un blogueur condamné pour insulte à l’islam

Abdel Karim Suleiman
Abdel Karim Suleiman

Abdel Karim Souleiman, 23 ans, ex-étudiant en droit, a été condamné à 4 années d’emprisonnement par une Cour d’Alexandrie, pour avoir insulté à la fois l’islam et le Président égyptien Hosni Moubarak, dans des articles publiés sur son blog internet. Le procès n’a pas duré plus de quelques minutes. Le juge l’a condamné à 3 ans pour incitation à la haine de l’islam et à 1 an pour insulte au Président, qu’il a traité de dictateur. Souleiman est la première personne en Egypte à être condamnée pour avoir simplement exprimé son opinion sur l’internet. La peine a été confirmée en appel le 12 mars.

Souleiman étudiait à l’université al-Azhar, principal institut d’enseignement de l’islam sunnite [voir aussi l’article suivant]. Lorsque dans son blog il critiqua l’université pour avoir supprimé la libre pensée et promu des idées extrémistes, la qualifiant " d’université du terrorisme ", elle l’expulsa et fit pression pour qu’il soit traîné en justice. Arrêté en novembre 2006, il a été maintenu à l’isolement depuis lors.

Parmi les articles incriminés pour insulte à l’islam, figure un rapport intitulé " la vérité toute nue sur l’islam tel que je l’ai vu ". Il décrit comment des musulmans ont sauvagement attaqué des chrétiens qui regardaient en vidéo, dans leur église, une pièce de théâtre prétendument anti-islamique, en 2005 à Alexandrie. La publication de ce rapport entraîna la première arrestation de Souleiman, qui fut relâché après 12 jours.

Même si de nombreux blogueurs dans l’opposition ont été arrêtés l’année dernière – certains en relation avec une vidéo montrant des brutalités policières – l’internet est resté le principal forum de critique politique dans le pays. Depuis l’introduction d’une nouvelle loi très dure sur la presse en 2006, la presse est strictement contrôlée et il y a eu de nombreuses violations de la liberté de la presse. Le procès et la condamnation de Souleiman ont produit des ondes de choc parmi les internautes, vu le dangereux précédent ainsi créé.

L’organisation " Reporters sans Frontières ", basée à Paris, a classé l’Egypte parmi les 13 pays " ennemis de la liberté sur l’internet " et elle exige que les Nations Unies réagissent à la condamnation de Souleiman en écartant l’Egypte pour l’organisation du forum sur la gouvernance de l’internet prévu en 2009.

Gardons-nous des saintes écritures !

Les chercheurs démontrent que la lecture de violences sanctionnées par dieu rend agressif.

Il n’y a pas que les films d’action et les jeux de massacre vidéo qui sont susceptibles d’aggraver les comportements agressifs. Les dernières recherches le prouvent : il en va de même des textes littéraires, en particulier ceux qui offrent une justification divine aux actes de violence. Et leur influence ne s’exerce pas seulement sur les extrémistes religieux. Des scientifiques du fameux Institut pour la Recherche Sociale (ISR) de l’Université du Michigan (USA) ont découvert que lire des textes prônant la violence au nom de dieu provoque l’agression chez le croyant et même chez le non-croyant moyen. " Il est important de noter que nous avons obtenu des preuves à l’appui de cette hypothèse au sein d’échantillons d’étudiants universitaires qui, selon nos estimations, n’avaient pas le type du terroriste faisant sauter des civils ", écrit Brad Bushman, professeur de psychologie et de communication à l’ISR. " Même parmi nos participants qui n’étaient pas des dévots, l’exposition à une violence approuvée par dieu augmentait ensuite l’agressivité. Le fait que cet effet apparaît dans un tel échantillon peut démontrer le pouvoir insidieux d’une exposition à la violence littéraire des écritures saintes ".

Le Professeur Bushman et ses collègues ont mené deux études indépendantes avec des étudiants de l’Université Brigham Young (USA) et de l‘Université Libre d’Amsterdam (VUA – Pays-Bas). Les résultats ont paru dans le magazine Psychological Science (volume 18 n°3 : When God sanctions : Killing effects of scriptural violence on aggression "). Après avoir indiqué leurs affiliations ou croyances religieuses (USA : 99% des participants croient en dieu et en la Bible ; Pays-Bas : 50% croient en dieu et 27% en la Bible), les deux groupes ont reçu à lire un même texte. Il s’agissait d’une adaptation d’un passage de la " Bible du Roi Jacques " (version anglaise autorisée de la Bible) décrivant le viol et le meurtre brutal d’une femme puis l’appel de son mari à la vengeance contre ses assassins (Ancien Testament). La moitié des participants de chaque groupe a lu une version incluant une phrase où dieu commande à ses partisans de prendre les armes contre d’autres, l’autre moitié a eu une version sans la phrase en question. A l’une des moitiés on a dit que le texte provenait de l’Ancien Testament, aux autres on a fait croire qu’il venait d’un ancien parchemin découvert par des archéologues. Après lecture du texte, les participants ont été soumis à un simple test de réaction, chacun d’eux étant mis en compétition avec un adversaire extérieur au groupe. On leur a dit que le vainqueur pourrait " faire exploser " son adversaire perdant au moyen d’un son aussi puissant qu’une alarme d’incendie (environ 105 décibels) – une mesure courante de l’agression. Les chercheurs ont constaté que les étudiants religieux aussi bien que les non religieux foudroyaient leur adversaire avec un son plus puissant lorsqu’on leur avait dit que le texte lu provenait de la Bible. Les réponses agressives étaient également accrues avec les participants qui avaient lu le texte incluant la référence directe à dieu appelant à la violence. Toutefois le niveau accru d’agression était toujours plus important parmi les croyants que parmi les non croyants. " Nos résultats confirment des recherches antérieures montrant que l’exposition à des media violents pousse les gens à se conduire plus agressivement s’ils s’identifient aux personnages violents que s’ils ne le font pas " ajoute le Professeur Bushman.

Fondé en 1948, l’ISR est l’un des instituts de pointe en matière de méthodologie des sciences sociales théoriques et appliquées et il collabore avec des chercheurs de plus de 60 pays.