jeudi 26 juillet 2007

Así habló José Saramago en Elogio de la Lectura junto a Laura Restrepo
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CulturalesEn el marco de 'Bogotá Capital Mundial del Libro', el Nobel escritor portugués habló junto a Laura Restrepo de cómo el libro puede llegar a convertirse en un instrumento de paz.

El pasado 9 de julio, José Saramago confirmó porqué es un intelectual que sigue, como siempre, independiente de las líneas de cualquier poder. Es un hombre de letras que no reconoce los extremos: sabe que todo es relativo y que nada es imprescindible ni obligatorio. Las contundentes frases que dijo ese día, todas controvertidas y sabias, se enmarcaron entre risas y reflexiones. Hicieron pasar al auditorio de la meditación al asombro, y de la aprobación a los aplausos, que finalmente simbolizaron el gran respeto que se le tiene por cada una de las páginas que ha escrito.

Aquí, un resumen de sus ideas, según el tema tocado por Laura Restrepo, la magistral conductora del conversatorio.

Influencia autobiográfica en la literatura: "La vida de cualquier ser humano es digna de ser pasada a la escritura... Todo el mundo debería escribir su propia biografía, así tendríamos 7 mil millones de libros, y podríamos llevarlos a la Luna para convertirla en la Gran Biblioteca Humana".

Las palabras: "Son lo mejor y lo peor que tenemos... Por las maravillas que se pueden expresar con la palabra, si se usan con armonía y profundidad; pero pueden llegar a ser violentas si se utilizan mal, si se les cambia el sentido".

La vida y la muerte: "Mi abuela, una mujer fuerte y trabajadora, dijo a sus 85 años, mientras miraba las estrellas en el pórtico de su casa: 'El mundo es tan bonito, y yo tengo tanta pena de morir'... Nadie puede vencer a la muerte, ella no tiene piedad con los seres humanos, ¿por qué habría de tenerla? Lo que pasa es que cuando la gente piensa en la muerte, no está pensando en la propia sino en la muerte de los demás. Hay quienes para describir la muerte en sus obras recargan la narrativa de terror, de sustos, y no hay nada de eso en la muerte... Entonces es cuando el humor se convierte en una pastilla tranquilizante que uno le ofrece al lector ".

La felicidad: "La felicidad es como una caricia: llega de vez en cuando, se va y en algún momento regresa; pero si estuviera ahí, eterna, se volvería una molestia. Creo que la palabra que mejor la define es armonía".

La religión: "Soy ateo, no creo en la existencia de un dios... Me parece aberrante creer en un dios. La religión nunca ha servido para acercar a los seres humanos... Fue creada para juzgar, para utilizar la fe a conveniencia propia. Ahí tenemos a los judíos y los palestinos; o los suníes y los chiítas. Por eso creo que la religión es muy mala, sin ella tendríamos un mundo más pacífico".

La dignidad: "Hemos escuchado tantas veces que lo último que se debe perder es la esperanza. Pero no: lo último que se debe perder es la dignidad".

La política: "Decimos que vivimos en una democracia, pero muchas de las instancias que rigen nuestras vidas no las hemos elegido nosotros, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. En el mundo actual se está hablando de democracia, pero no se está se construyendo una democracia. Cuando entregas tu voto en las urnas, estas delegando tu autoridad política a alguien que luego no te va a responder por ninguno de sus actos; creo que hoy en día vivimos, más bien, en una plutocracia -gobierno de los ricos-. El futuro de la humanidad en unos años será peor que el de hoy, porque no conocemos la verdad de lo que pasa en el mundo, existen unos medios de comunicación que ponen la mentira en el lugar más conveniente. La mejor herramienta que tenemos para cambiar al mundo son las ideas, pero en este momento no hay, no las veo".

El amor: "En mis novelas, la descripción fisiológica del acto sexual no contribuye en nada al conocimiento del amor entre dos personajes. En El Evangelio según Jesucristo, el amor entre Jesús y María Magdala se resume en el diálogo en el que ella le dice, pidiéndole que la deje ir a su lado a un viaje que hacía junto a sus discípulos: 'Mirare tu sombra, si no quieres que te mire a tí'. Y Jesús contesta: 'Quiero estar donde mi sombra esté, si es que allí están tus ojos'.

La coyuntura nacional: "Me impresiona la cantidad de secuestrados que hay en Colombia. También me impresiona la cantidad de años que lleva el conflicto interno: 50 años, dos generaciones de colombianos, y todavía nada cambia. Hay que sacar adelante el Acuerdo Humanitario; está claro que esto no tiene solución por la vía militar".

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