¿Existió Jesús?: Si Se Hace Con Jesús, ¿Por Qué No Con Hércules? (Parte 13 de 17)
Si una persona acepta habladurías y recuentos de creyentes como evidencia histórica de Jesús, entonces ¿no deberían actuar consistentemente a otros recuentos basados igualmente en solo habladurías y creencias?
Por ejemplo, si examinamos la evidencia para Hércules de la mitología Griega, encontraremos paralelos a la “historicidad” de Jesús a un grado tan impresionante que para los defensores Cristianos el negar a Hércules como una persona histórica contradice la misma metodología que usan para un Jesús histórico.
Nótese que el mito Herculeano asimila a Jesús en muchas áreas. La mortal y casta Alcmena, la madre de Hércules, dio nacimiento a él mediante una unión con Dios (Zeus). Igual que como Herodes deseaba matar a Jeús, Hera deseaba matar a Hércules. Como Jesús, Hércules viajó por la tierra como un mortal ayudando a la humanidad y realizó varios milagros. Así como Jesús quien murió y ascendió al cielo, Hércules murió, y ascendió al Monte Olimpo donde se conviritó en un dios. Hercules da ejemplos de posiblemente el héroe más popular en la Antigua Grecia y Roma. Ellos creían que él realmente había vivido, contaban historias sobre él, lo adoraban, y construían templos en su nombre.
Igualmente la “evidencia” de Hércules se asemeja mucho a la de Jesús. Tenemos personas históricas como Hesiodo y Platón que mencionan a Hércules en sus escritos. Así como los evangelios narran la historia de Jesús, tenemos las historias épicas de Homero que narran la vida de Hércules. Esopo cuenta historias y cita las palabras de Hércules. Así como tenemos una breve mención de Jesús por Josefus en sus Antigüedades, Josefus también menciona a Hércules (más veces que a Jesús), en el mismo libro (ver: 1.15; 8.5.3; 10.11.1). Justo como Tácito menciona a Christus, él mismo también menciona a Hércules en muchas ocasiones en sus Annales. Y más importante, así como no tenemos artefactos, escritos o testigos presenciales sobre Hércules, tampoco tenemos sobre Jesús. Toda la información sobre Hércules y Jesús proviene de cuentos, creencias y habladurías. ¿Debemos entonces creer en un Hércules histórico, simplemente porque los historiadores antiguos lo mencionan y porque tenemos cuentos y creencias sobre él? Claro que no, y lo mismo debe aplicar para Jesús si buscamos mantener alguna consistencia en el estudio de la historia.
Algunos críticos dudan que un Jesús histórico se pudiera desarrollar de un mito porque ellos creen que no hay precedente para ello. Tenemos muchos ejemplos de historias reales que se convierten en mitos, ¿pero y de manera inversa? Esta duda fracasa a luz del ejemplo más obvio — las mitologías Griegas donde los escritores Griegos y Romanos incluyendo Diódoro, Cícero, Livy, etc. asumieron que debió haber existido una raíz histórica para figuras como Hércules, Odiseo, Minos, Dionisio, etc. Estos escritores pusieron a sus héroes míticos en una línea del tiempo inventada. Herodoto, por ejemplo, intentó determinar cuándo había vivido Hércules. Como lo revela Robert M. Price, “Ese intento se ganó el nombre de Euhemerismo, de Euhemero, quien lo originó” (Price, p. 250). Aun hoy en día, vemos muchos ejemplos de mitologías que se convierten en historia: los fanáticos de los OVNIs quienes soñaron una invasión corporal y luego la contaron como historia real (algunos de los cuales han iniciado cultos religiosos); creencias en leyendas urbanas que iniciaron como ficciones o fraudes; propaganda diseminada por políticos que proviene de ficción pero es creída por sus seguidores.
Las personas consideran a Hércules y a otros dioses Griegos como mito porque las personas ya no creen en los cuentos Griegos y Romanos. Cuando una civilización muere, también lo hacen sus dioses. El Cristianismo y sus autoridades, por otro lado, aun mantienen una influencia poderosa en los gobiernos, instituciones, y colegios. Cualquiera que haga investigación sobre Jesús, incluyendo los escépticos, les conviene aludir a la existencia de Jesús o estarían arriesgando sus patrocinios futuros y dañarían su reputación o temerían ser avergonzados ante sus amigos o colegas Cristianos. El Cristianismo depende de su capacidad de establecer a un Jesús histórico y lo defenderá, a toda costa, inclusive cuando sea sobre las fuentes menos confiables. Los fieles quieren creer en Jesús, y la creencia por sí misma puede crear barreras intelectuales que se propagan inclusive en el pensamiento ateo y secular.
Tenemos tantos profesores Cristianos, teólogos e historiadores “expertos” alrededor del mundo que nos dicen que debemos aceptar a un Jesús histórico que si se repite lo suficiente, tiende a convencer hasta a los escépticos más duros. El establecimiento de la historia nunca debería residir exclusivamente en las palabras de los “expertos” o simplemente porque un estudioso tiene una reputación como historiador. La revisión histórica aun no alcanza la confiabilidad de la investigación científica (y de hecho, la ignora muchas veces). Si un estudioso hace una aseveración histórica, su afirmación debería depender primordialmente de la evidencia misma y no solo porque él o ella lo dice. Los hechos no requieren creencia. Las creencias pueden vivir cómodamente sin evidencia en absoluto, sin embargo, los hechosdependen de la evidencia.
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Bibliografía:
- Price, Robert M.,” Deconstructing Jesus,” Prometheus Books, 2000
1 commentaire:
Quote: "metodología que usan para un Jesús histórico"
"Jesús histórico"?!?
No puedo escribir en español. Si usted no entiende Inglés puede utilizar http://translate.google.com. Espero que le dará una traducción exacta.
The persons using that contra-historical oxymoron (demonstrated by the eminent late Oxford historian, James Parkes, The Conflict of the Church and the Synagogue) exposes dependancy upon 4th-century, gentile, Hellenist sources.
While scholars debate the provenance of the original accounts upon which the earliest extant (4th century, even fragments are post-135 C.E.), Roman gentile, Hellenist-redacted versions were based, there is not one fragment, not even one letter of the NT that derives DIRECTLY from the 1st-century Pharisee Jews who followed the Pharisee Ribi Yehoshua.
Historians like Parkes, et al., have demonstrated incontestably that 4th-century Roman Christianity was the 180° polar antithesis of 1st-century Judaism of ALL Pharisee Ribis. The earliest (post-135 C.E.) true Christians were viciously antinomian (ANTI-Torah), claiming to supersede and displace Torah, Judaism and ("spiritual) Israel and Jews. In soberest terms, ORIGINAL Christianity was anti-Torah from the start while DSS (viz., 4Q MMT) and ALL other Judaic documentation PROVE that ALL 1st-century Pharisees were PRO-Torah.
There is a mountain of historical Judaic information Christians have refused to deal with, at: www.netzarim.co.il (see, especially, their History Museum pages beginning with "30-99 C.E.").
Original Christianity = ANTI-Torah. Ribi Yehoshua and his Netzarim, like all other Pharisees, were PRO-Torah. Intractable contradiction.
Building a Roman image from Hellenist hearsay accounts, decades after the death of the 1st-century Pharisee Ribi, and after a forcible ouster, by Hellenist Roman gentiles, of his original Jewish followers (135 C.E., documented by Eusebius), based on writings of a Hellenist Jew excised as an apostate by the original Jewish followers (documented by Eusebius) is circular reasoning through gentile-Roman Hellenist lenses.
What the historical Pharisee Ribi taught is found not in the hearsay accounts of post-135 C.E. Hellenist Romans but, rather, in the Judaic descriptions of Pharisees and Pharisee Ribis of the period... in Dead Sea Scroll 4Q MMT (see Prof. Elisha Qimron), inter alia.
To all Christians reading this: The question is, now that you've been informed, will you follow the authentic historical Pharisee Ribi? Or continue following the post-135 C.E. Roman-redacted antithesis—an idol?
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