Las Vergüenzas Del Vaticano
Por Tony Perrottet
Señor, dame castidad y auto-control – pero todavía no.- Oración del jóven San Agustín, c.380 D.C.
Los escándalos eclesiásticos están a la órden del día, pero la Iglesia siempre ha estado del lado perdedor en una lucha contra sus propios dirigentes. El problema es que los cambios de política oficial empezaban desde arriba. Los sacerdotes tuvieron a uno de los primeros papas, Sexto III (432-440), en juicio por haber seducido a una monja. Fue liberado de todos los cargos después de citar a Cristo como defensa: “Aquellos que estén libres de pecado, que lancen la primera piedra”.
En los siglos siguientes, favores políticos y un proceso de elección corrupto hicieron que horrendas personas fuesen puestas en ese posición, mientras los creyentes no podían sino ver con horror lo que sucedía. De hecho, ha habido tantos Vicarios de Cristo nombrados como “El Peor Papa Jamás” que tendremos que conformarnos con una lista de los 10 peores.
1. Sergio III (904-11), conocido por sus cardenales como “el esclavo de todos los vicios”, llegó al poder después de asesinar a su predecesor. Tuvo un hijo con una amante adolescente – la prostituta Marozia, 30 años menor que él – y su hijo ilegítimo llegó a convertirse en el siguiente papa. Subastó los empleos en el Vaticano y con él entró la papacía a su “siglo oscuro”.
2. Juan XII de 16 años (955-64) fue acusado de acostarse con sus dos hermanas e inventar un catálogo de asquerosos pecados nuevos. Descrito por un historiador de la iglesia como “el deshecho mismo”, fue asesinado a los 27 años cuando el esposo de una de sus ayudantes entró en su recámara descubriéndolo en pecado por lo que le quebró la cabeza a golpes con un martillo.
3. Benedicto IX, (1032-48) frecuentemente sorprendió hasta a el cardenal mas duro con sus seducciones a niños y jóvenes hombres en el Palacio Laterano. Al arrepentirse de sus pecados se retiró a un monasterio, solo para cambiar de parecer y volver al puesto de nuevo. Era “un miserable que se alimentaba de la inmoralidad”, escribió San Pedro Damian, “un demonio del infierno disfrazado de sacerdote”.
4. Después de masacrar a la población entera en el pueblo Italiano de Palestrina, Bonifacio VIII (1294-1303) se dio gusto con encuentros sexuales con una mujer casada y la hija de ella (al mismo tiempo) y se le conocía en Roma como un pedófilo sin vergüenza. Famosamente declaró que el tener relaciones sexuales con niños y adolescentes no era más pecado que frotarse una mano con la otra. El poeta Dante le reservó un lugar especial en el octavo círculo del infierno.
5. Cualquier pretención de decoro fue abandonada cuando la papacía se mudó a Avignon en el sur de Francia por 75 años. El alegre Clemente VI (1342-52) fue llamado “un Dionisio eclesiástico” por el poeta Petrarch debido al número amantes que tuvo y la gravedad de su gonorrea. Después de su muerte, 50 sacerdotes oficiaron misa por el descanso de su alma por nueve días consecutivos, pero se rumoraba con humor Francés que esto no fue ni cerca de suficiente.
6. De vuelta en Roma, la papacía logró un verdadero punto bajo en el Renacimiento. Sixto IV (1471-84), quien fundó la Capilla Sixtina, tuvo seis hijos ilegítimos – uno con su propia hermana. Recolectó impuestos de Iglesia a las prostitutas y le cobraba a los sacerdotes por tener amantes, pero los críticos argumentaban que esto solo incrementó la prevalencia de la homosexualidad clerical.
7. La época de Inocente VIII (1484-92) es recordada como la Era Dorada de los Bastardos: Él admitió tener ocho hijos ilegítimos pero se sabía que tenía muchos más, aunque encontró tiempo entre sus amoríos para iniciar la Inquisición. En su lecho de muerte, le pidió a una enfermera recién convertida en madre que le diera leche fresca para beber de su pecho.
8. El malvado Rodrigo Borgia, quien tomó el nombre deAlejandro VI (1492-1503), presidió más orgías que misas, escribió Edward Gibbon. Un punto destacable en su carrera fue en 1501 con “El Duelo de Prostitutas”, cuando invitó a 50 bailarinas a desvestirse lentamente alrededor de la mesa del papa. Alejandro y su familia alegremente tiraron nuezes al suelo, obligando a las mujeres a tirarse al piso y revolcarse como cerdos; luego ofrecieron premios de finas ropas y joyería al hombre que pudiera fornicar con la mayor cantidad de mujeres. Otro de los pasatiempos de Alejandro era ver caballos mientras se apareaban, lo cual lo hacía “reírse a reventar”. Después de su muerte – posiblemente envenenado por su hijo enfermo, César Borgia – el cuerpo de este papa fue expulsado de la basílica de San Pedro declarado como demasiado diabólico para enterrarse en tierra santa.
9. Julio II (1503-13) es recordado por contratar a Miguel Ángel para pintar el techo de la Capilla Sixtina. También fue el primer papa en contraer “la enfermedad Francesa”, sífilis, de los prostitutos de Roma. El Viernes Santo de 1508, no pudo permitir que su pie fuese besado por fieles seguidores, pues estaba cubierto de llagas por la sífilis.
10. El romántico Julio III (1550-55) se enamoró de un joven hombre pordiosero que vió peleando con el mono (simio) de un vendedor en las calles. El papa recogió y nombró cardenal a este analfabeta de 17 años, inspirando un épico poema, “En Honor A La Sodomía”, probablemente escrito por un arzobispo molesto en su honor.
MÁS INFORMACIÓN: Duffy, Eamon, Santos y Pecadores: Historia de los Papas, (Yale, 2002); De Rosa, Peter, Vicarios de Cristo: el Lado Oscuro de la Papacía (Nueva York, 1988).
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