lundi 9 mars 2009

El periodista británico Christopher Hitchens presentaLecturas esenciales para el no creyente, con textos de Spinoza, Marx, Hume y Einstein


Christopher Hitchens se ha convertido en uno de los grandes proselitistas mundiales del ateísmo gracias al éxito de su libro Dios no es bueno.Ahora, ha recopilado en un volumen una serie de textos de otros escritores y filósofos, que según este periodista inglés ratifican sus argumentos «anti-Dios». Dios no existe. Lecturas esenciales para el no creyente(Debate) es una antología del pensamiento ateo ordenada cronológicamente, que incorpora voces de diferentes disciplinas y épocas, como las del poeta latinoLucrecio; filósofos como Spinoza, Marx o Hume; científicos esenciales comoAlbert Einstein o Carl Sagan, o ilustres de la literatura, como el recientemente fallecido John Updike.
Hitchens introduce la compilación de esta cincuentena de textos afirmando que la historia del hombre está «sembrada» de catástrofes naturales que la religión ha atribuido no sólo a explicaciones falsas, «sino a falsos culpables», que llevaba a buscar «chivos expiatorios». El periodista no cree que la Ilustración haya erradicado esas creencias, incluso en instituciones religiosas «moderadas». Cita algunos ejemplos recientes: el obispo anglicano que, ante unas inundaciones en el norte de Inglaterra, las achacó a la «degradación moral» derivada, entre otras causas, de los cambios jurídicos para dar más derechos a los homosexuales en su país.
Critica también la «pulsión por la muerte» de las religiones que anhelan «el fin del mundo». Ante esta «escatología de locos», el escritor humanista subraya que precisamente «este mundo es lo único que tenemos y que nuestro deber para con el prójimo es mejorarlo en todo lo posible», sin que sea necesario, afirma, una «brújula moral», ni la espera de «una recompensa divina».
El hecho de que las religiones se arrogaran, antes que la ciencia, el derecho a explicar la realidad, aunque fuera, asegura Hitchens, a base de «siniestros cuentos de hadas sobre apariciones», ha determinado su influencia y la «lucha contra sus intolerantes defensores», que se mantiene aún hoy en día, como saben bien escritores como Salman Rushdie o la diputada holandesa Ayaan Hirsi Ali, amenazada por sus críticas al islamismo radical.

Poesía ateísta
Aunque el libro apela a textos de Darwin o Freud, Hitchens no se ciñe sólo a la prosa científica o al pensamiento lógico, y echa mano también de la poesía. Un muestra la ofrecen los versos de Philip Larkin (1922-1985):

«Ningún truco disipa este modo especial
de tener miedo, como la religión solía
intentar, ese inmenso, armónico brocado
apolillado, para hacernos creer que no moriremos».


La antología, además de fragmentos de obras deJoseph Conrad (La línea de sombra) o Lovecraft (Carta sobre la religión), incluye textos inéditos de Ian McEwan o Salman Rushdie, y de la citada diputada holandesa de origen somalí Ayaan Hirsi Ali.
«El ateísmo es la única posición que me permite vivir sin disonancias intelectuales. No es un credo. La muerte es segura y reemplaza los cantos de sirena del Paraíso, pero también el terror del infierno. (...). No hay nada más; pero no quiero nada más», escribe en su autobiografía Hirsi, que vive oculta tras haber recibido amenazas de muerte. En su línea de lo políticamente incorrecto, señala con su dedo a grupos como a la Nación del Islam, del estadounidense Louis Farrakhan, de la que no niega que logre apartar a algunos jóvenes negros norteamericanos de la droga, pero que no quita, dice, «que sea una organización racista de chalados».
Aunque no cree que los ateos tengan el derecho de ir por el mundo «con aires de superioridad», el autor de Dios no es bueno defiende el argumento del poetaShelley sobre la «necesidad del ateísmo» porque considera que no se puede evitar tomar postura. «O atribuimos nuestra presencia a las leyes de la biología y la física, o la atribuimos a un plan divino. En todo caso, una vez tomada la decisión, estamos como los creyentes: con casi todo el trabajo por delante», argumenta este militante del ateísmo.

Publicado en El País, el 08/06/2009


Desde la FIdA y el Observatorio Anti-Difamación Atea (OADA) queremos expresar, a quienes se han dirigido a nosotras/os por mediación del formulario de contacto de la OADA o por la sección de comentarios de la web, nuestra sincera gratitud por vuestras palabras de apoyo.

Como toda táctica de provocación, el OADA precisará en adelante de colaboraciones en forma de ideas incisivas y de agit-prop. El escenario de la contienda constituye un peligroso preámbulo hacia esa Nueva Edad Media en la que desean recluirnos los fanáticos de la religión y del pensamiento mágico. Sabéis que las hordas de la teocracia afilan sus navajas y se organizan aritméticamente en cofradías jurídicas y en seminarios inquisitoriales. Nuestra respuesta, meditada lo mínimo posible, consistirá en iluminar en público la insensatez del contexto neo-gótico en que se mueven los victimistas, en reflejar de una forma grotesca sus ambiciones de censura.

Tenemos muy claro que una dialéctica contraria a la “difamación” es patrimonio de la reacción contra la cultura y la inteligencia. Lo que desearíamos es un espacio total en el que la libertad coincidiera con el derecho; un marco social en el que la expresión, el lenguaje y el arte no se vieran sometidos a códigos coactivos. La blasfemia es cultura. Nadie tiene argumentos para rebatir esto.

Pero cuando los cruzados asumen como intocables algunos de sus dogmas fantásticos, lo que están reclamando, en realidad, es el retorno de un feudalismo ideológico que preserve y universalice sus pequeños valores. Esto, que podría no constituir más que una curiosidad antropológica, representa hoy un peligro real. El OADA surge como un reclamo paródico con intención de ilustrar este peligro, que es, sin duda, el de la barbarie, el del espíritu voraz del fanatismo religioso.

“Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro”. Así comenzó Kant su respuesta a “Qué es la Ilustración”. Comprobar que, en la actualidad, Kant puede sonar incluso revolucionario indica muy a las claras el retroceso ante el cual nos encontramos.

Acerquémonos al abismo. Observémos el sentido de tantos “Observatorios religiosos” que, como mirillas giratorias, detectan el sonido de la crítica, prestas a emitir sirenas de autocompasión o a disparar proyectiles de cólera. Su comportamiento histérico nos chirría. Siglos de totalitarismo sustentan su queja. Artilugios de tortura nos vienen a la memoria. Y ellos, ellos, se golpean ahora el pecho y juran ser las víctimas de la historia.

Divirtámonos con este juego. Señalemos con el dedo su alienación. Hagamos un ejercicio de finura, aparentando ser tanto o más vulnerables. Rechacemos en voz alta la estrategia del beaterío por medio de la ficción difamatoria. Y estaremos, simultáneamente, exigiendo respeto, defendiendo la necesidad de que toda idea sea libremente cuestionada, toda realidad sujeta a crítica, todo dogma descubierto.

Es lo que queremos.

El Equipo del Observatorio Anti-difamación Atea (OADA)

http://defensa-atea.blogspot.com

Federación Internacional de Ateos (FIdA)

http://www.federacionatea.org

EL OADA CONTRA JOSÉ IGNACIO MUNILLA, OBISPO DE PALENCIA

“Los momentos de crisis son la ocasión propicia para que algunos hagan fortuna, explotando los miedos, supersticiones, angustias y ansiedades de los que sufren”.

Suscribimos la frase, aparecida ayer en un articulillo firmado por el obispo de Palencia, asiduo columnista del ABC y del suplemento Fe y Razón. José Ignacio Munilla es un propagandista de mérito. No ha dudado en cuestionar públicamente el carácter científico de la teoría darwiniana, ni en calificar de “trastorno neurótico” a la homosexualidad. Esta denuncia sobre avariciosos que explotan los miedos y las supersticiones en beneficio propio parece extraña procediendo de alguien que consiguió una subvención de 40 millones de euros del Ayuntamiento de Zumárraga para construir una nueva iglesia –con vivienda incluida-. Pero no es tan abultada viga en propio ojo lo que nos irrita y nos pone cachondas/os, sino la declarada actitud ofensiva del señor obispo con respecto al ateísmo, y la equiparación que realiza entre éste y el “esoterismo de bazar”.

Los términos empleados son los siguientes:

La ideología laicista y positivista se siente incómoda a la hora de reconocer esta paradoja: vivimos en una sociedad materialista, que hace alarde de su increencia, pero que sin embargo termina construyendo su peculiar espiritualidad a base de recetas esotéricas. El esoterismo y el ateísmo son dos cosmovisiones con muchos vasos comunicantes. En el fondo y en la práctica, la superstición es tan contraria a la fe como lo es el ateísmo. Queda patente que la credulidad y la increencia, lejos de ser dos fenómenos opuestos e incompatibles, son dos ramas de un mismo tronco: la desconfianza en Dios” (J. I. Munilla, “La Pitonisa de Endor”, en El Norte de Castilla, 06.03.09).

El Observatorio Anti-Difamación Atea (OADA) se ve en la obligación de puntualizar que NO vivimos en una sociedad materialista. De lo contrario, no triunfarían esas sectas, doctrinas y terapias espirituales que nos consideran imbéciles, ni las iglesias establecidas y ya recubiertas por un halo de respetabilidad osarían divulgar sus códigos morales con tanta arrogancia. Y, sobre todo, que el “esoterismo” y el “ateísmo” NO son cosmovisiones coincidentes. La geometría del cura donostiarra traza un segmento erróneo, en cuyo punto de equilibrio sitúa a su “dios”, balsa equidistante entre la credulidad y la increencia… ¿Nos toma por idiotas? El neoespiritualismo no es más que un subproducto religioso, tan similar al cristianismo que incluso comparte con él muchos aspectos fundamentales: creencia en el más allá, escatologías de “salvación”, espejismos de superioridad moral, sumisión a poderes celestiales, dominio de castas chamánicas o sacerdotales, prácticas y ritos mágicos, conjuras y oraciones a criaturas fantásticas, etc.

El imaginario católico exige la misma credulidad o más que el imaginario de la New Age. Se trata de la misma sopa, con diferente envoltorio y con distinto marketing, pero con el mismo sabor: el de la adoración de lo no real. La racionalidad atea es por tanto el opuesto extremo de tales neurosis. La superstición no es contraria a la fe, sino sinónimo de fe. O, más bien, la fe es una superstición socialmente aceptada.

El OADA, por ello, considera probado que el obispo Munilla ha difamado al ateísmo al otorgarle vasos comunicantes con el pensamiento mágico y la superstición, RECHAZA firmemente sus afirmaciones y le EXIGE una retractación pública.

Asimismo, RECLAMA al diario “El Norte de Castilla” el derecho a réplica y la publicación de este comunicado.

Nota personal para el obispo Munilla:

Quid autem vides festucam in oculo fratris tui, trabem autem, quae in oculo tuo est, non consideras? Quomodo potes dicere fratri tuo: “Frater, sine eiciam festucam, quae est in oculo tuo”, ipse in oculo tuo trabem non videns? Hypocrita, eice primum trabem de oculo tuo et tunc perspicies, ut educas festucam, quae est in oculo fratris tui (Lc., 6, 41-42).

http://defensa-atea.blogspot.com