mercredi 2 juillet 2008

La Carta de Albert Einstein a Eric Gutkind (Enero 1954)


Albert Einstein: La idea de Dios es un "producto de la debilidad humana", la Biblia "demasiado infantil"

Una carta que vio la luz recientente, escrita por Albert Einstein en enero de 1954, un año antes de su muerte, es eslabón más en la cadena de pruebas de que Einstein no era un creyente religioso como lo declararon los supernaturalistas. La carta escrita con su puño y letra, destinada a el filósofo Eric Gutkind, describe la idea de Dios como "producto de la debilidad humana" y la Biblia como "demasiado infantil" y esto pone fin a todos los intentos para retratar al ilustre pensador como un defensor de la fe religiosa.

La extraordinaria pieza fue subastada por Bloomsbury en Londres este mes. La puja ganadora de 404,000 dólares (25 veces el estimado antes de la venta) vino de un coleccionista extranjero quien tiene una "pasión por la física teórica y todo lo que eso conlleva". Richard Dawkins, realmente triste, estuvo dentro de los postores que no obtuvieron las pieza, hubiera sido un merecido dueño del documento.



El profesor Dawkins, famoso biólogo británico y Asociado Honorario de Rationalist International, ha sido la persona que más ha hecho por clarificar la postura de Einstein sobre la religión. En su libro The God Delusion, explica que Einstein, quien se hacía llamar "un profundo no-creyente religioso" y que cuando ocasionalmente invocaba a Dios, se refería a algo totalmente diferente de lo que comúnmente entendemo por ese término. "La religión de Einstein" claramente excluía cualquier idea de lo supernatural, por el contrario, era una expresión de reverencia panteísta.

"Los panteístas no creen para nada en un Dios sobrenatural, pero usan la palabra Dios como un sinónimo no-sobrenatural de la Naturaleza, o Universo, o las leyes que gobiernan su funcionamiento. Los deístas difieren de los teístas en que el Dios deísta no responde a las plegarias, no está interesado en los pecados o en las confesiones, no lee nuestros pensamientos y no interviene caprichosamente con milagros. Los deístas difieren de los panteístas en que su Dios es un tipo de inteligencia cósmica, más que la metáfora panteísta o el sinónimo poético de la ley del universo. El panteísmo es un ateísmo sazonado. El deísmo es un teísmo suavizado".

"Existen todas las razones para suponer que los famosos Einsteinísmos 'Dios es sutil pero no malicioso' o 'Él no juega con los dados' o '¿Tenía Dios elección de crear este Universo?' son panteísmos, no deísmos, y ciertamente no teísmos. Einstein utilizó 'Dios' de una manera puramente metafórica y poética. De igual manera la hizo Stephen Hawking, y muchos de los físicos que ocasionalmente utilizan las metáforas religiosas."


Dawkins cita los escritos del propio Einstein sobre la religión: "sentir que detrás de lo que puede ser experimentado hay algo que nuestra mente 'no puede entender' y cuya belleza y sublimación nos llega únicamente de manera indirecta y como débil relejo... ésto es la religiosidad. En ese sentido soy religioso."

"En este sentido", agrega Dawkins, "Yo también soy religioso, con la reserva de que 'no puede entender' no significa forzosamente 'nunca lo podrá entender'. Pero prefiero no llamarme religioso porque puede ser confuso. De hecho, es destructivamente confuso porque, para la mayoría de la gente, 'religión' significa 'sobrenatural'. Carl Sagan bien lo dijo "... si por 'Dios' uno quiere decir el conjunto de reglas que rigen el universo, entonces claramente existe tal Dios. Este Dios es poco satisfactorio emocionalmente... no tiene mucho sentido rezarle a la ley de la gravedad"
(Todas las citas son de:, The God Delusion, Gran Bretaña, 2006)

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