Diez razones religiosas
JOHN RADFORD
Pofesor Emérito de la Universidad de East London, Inglaterra.
Durante siglos los filósofos han discutido sobre su creencia en la religión, o Dios, o alguna religión en particular. Todos los argumentos clásicos a favor son, según yo, falsos. En la vida cotidiana, en conversaciones con amigos y colegas o evangelistas de puerta en puerta, uno se encuentra con argumentos como el de diseño o el argumento de la primera causa. El primero dice, esencialmente, que el universo es muy ordenado y que es muy difícil de que hubiera aparecido por mera coincidencia así que debió haber sido diseñado por alguien, y ese debió haber sido Dios. De hecho, el universo no está particularmente ordenado y es el resultado de innumerables pequeños cambios a través del tiempo, algunos funcionando mejor que otros y por lo tanto duran más. El segundo argumento es que todo viene de algo que le precede, como una planta de una semilla de otra planta. El universo debe haber venido de algo más y ese algo debe ser Dios, quien es un ser “necesario”, autocreado o siempre existente. Pero si pudiera haber un Dios “necesario”, entonces también debe haber un universo “necesario.”
Frecuentemente, además, uno escucha otras razones en favor de la religión, a las cuales creo que los filósofos profesionales no les darían cabida. Aquí hay algunas que he encontrado, junto con breves comentarios —no respuestas completas, sólo indicaciones de por qué no las encuentro convincentes. Los títulos son míos. Utilizo la palabra escrituras para los textos santos de cualquier religión, aunque normalmente es la cristiana.
1. Argumento de la autoridad. Nuestras escrituras vienen directamente de Dios y han sido transmitidas por hombres guiados de manera divina desde entonces. Por lo tanto deben ser verdaderas.
Comentario: No hay una razón válida para creer en Dios, todas las escrituras tradicionales que conozco son conglomerados de escrituras de varias fuentes, hechas por distintas razones y recolectadas más o menos arbitrariamente.
2. Argumento histórico. El Nuevo Testamento (en particular) es un registro histórico de eventos extraordinarios sobre la crucifixión, muerte, entierro y resurrección de Jesucristo. Esto prueba la verdad del cristianismo.
Comentario: En realidad, las narraciones del evangelio sobre estos eventos fueron escritos mucho tiempo después, basándose presumiblemente en tradición oral. No existe evidencia corroborativa de otras fuentes. Son tan confiables como los cuentos del Rey Arturo. Y también contienen tantos elementos de otros ritos religiosos de Medio Oriente que son virtualmente indistinguibles de ellos.
3. Argumento de lo único. Jesucristo (en particular), al afirmar que es el Hijo de Dios, estaba diciendo la verdad o era el charlatán más grande que ha existido.
Comentario: Varias personas han afirmado ser, no sólo los hijos de Dios, sino el mismo Dios. Algunos están en hospitales psiquiátricos, otros incluyen varios emperadores romanos y al mago del siglo XX Aleister Crowley. El emperador de Japón afirmaba ser divino hasta que los ganadores de la Segunda Guerra Mundial le hicieron renunciar a ese status.
4. Argumento de la experiencia personal. “He experimentado a la religión/Dios directamente en mi vida y sé que es verdad.”
Comentario: Uno no puede negar la realidad de la experiencia de otra persona. La pregunta es, ¿qué es la experiencia? Experiencias similares se reportan por todo el mundo y se toman como prueba de la religión local. En el mejor de los casos, sólo una puede ser verdad, y esto no parece posible. Experiencias aparentemente idénticas son reportadas por individuos no religiosos e interpretadas en formas no religiosas.
5. Argumento de milagros. Han ocurrido eventos que no pudieron haber pasado y estos prueban la intervención divina.
Comentario: La mayoría de los “milagros” son triviales, como estatuas que lloran lágrimas de sangre, que lo mejor que puede uno decir es que Dios tiene un maravilloso sentido del humor. Más seriamente, los milagros en realidad no tienen sentido. Un muerto no puede volver a la vida, ya que la muerte se define como la condición en la cual la recuperación no es posible. Alguien que está casi muerto, o aparentemente muerto, puede recuperarse, con asombro general, y esto sin duda fue el origen de muchas historias milagrosas, especialmente en la antigüedad cuando el conocimiento médico era rudimentario. (Hoy en día, los milagros de curación de la Iglesia Católica Romana deben ser inexplicables por el conocimiento médico. Dios aparentemente se mantiene al tanto de estos cambios.)
6. Argumento que explica todo. Si uno lee nuestras escrituras verán que dan una explicación completa sobre todo. Ningún otro escrito lo hace.
Comentario: Ningún libro puede dar una explicación completa de todo y afirmar esto es ampliar tanto el sentido de la “explicación” y la interpretación de un texto que las dos pierden sentido.
7. Argumento del potencial humano. Los seres humanos tenemos muchos atributos, como la capacidad de amor, el valor y la creatividad, que no pueden ser explicados. Su origen debe ser divino.
Comentario: No hay razón para pensar que todos los atributos humanos, buenos y malos, no tengan los mismos orígenes, llámese la evolución tanto física como social. La psicología puede de hecho ofrecer una explicación convincente del amor así cómo de, digamos, dificultades en la lectura.
8. Argumento de sobrevivencia. ¿A dónde vas cuando te mueres? Tienes que ir a algún lado y esto prueba que lo que dice la religión es la verdad.
Comentario: Cuando mueres, ya no hay un “tú” que vaya algún lado. “Yo” no soy un ente separado viviendo en mi cuerpo, sino una entidad funcional total. Cuando el cuerpo deja de operar y muere, las memorias, los pensamientos y los sentimientos dejan de existir. La personalidad no es la misma cosa que el cerebro y el cuerpo, pero no puede existir sin su sustrato físico. (Podemos ver cómo las dos se desintegran al mismo tiempo en enfermedades como la de Alzheimer).
9. Argumento del éxito. Mi religión es la más grande (o que crece más rápidamente o la más antigua) en el mundo y por lo tanto debe estar en lo correcto.
Comentario: Antiguamente, casi todos creían que la Tierra era plana. Y no lo es.
10. Argumento de la justicia. En este mundo, mucha gente mala trata de escapar sin castigo, mientras la gente buena sufre. En un sistema religioso, eventualmente pagarán por sus crímenes, si no ahora después de la muerte y la bondad será recompensada. Esto es claramente mejor y por lo tanto la religión debe ser real.
Comentario: Además del hecho de que no hay vida después de la muerte, no existe razón alguna en creer que el universo debe ser como quisiéramos que fuera. Es nuestra labor promover la justicia aquí y ahora; nadie más lo hará por nosotros.
Todos estos argumentos me los han dicho seria y sinceramente, generalmente personas inteligentes y educadas. Se me hacen tan equivocadas que sólo pude sacar una conclusión: que no son realmente razones sino racionalizaciones. Por lo menos para mucha gente, la convicción religiosa es primero, por cualquier causa, y los convencidos buscan argumentos que para ellos tienen sentido, para apoyarse. Esto es en realidad un proceso bien documentado, aún en campos no emocionales de la investigación psicológica tales como resolver problemas. Es por ello que nunca puedes convencer al evangelista de puerta en puerta. Él no está discutiendo, sino expresando convicciones. Pero con aquellos que no estén tan aferrados, razonar podría traer un rayito de luz a la caverna de la fe y así el prisionero podría eventualmente encontrar la manera de salir.
Desde luego, podría ser que estoy tan convencido de mi propia posición que estoy meramente racionalizando mis objeciones a estos razonamientos religiosos. Debo pedirle a mis lectores que decidan por sí mismos.
Publicado en Free Inquiry Otoño 2002
Traducción: Mario Méndez López
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