La  Carta de Albert Einstein a Eric Gutkind (Enero  1954)
Albert  Einstein: La idea de Dios es un "producto de la debilidad humana", la Biblia  "demasiado infantil"
Una carta que vio la luz recientente, escrita  por Albert Einstein en enero de 1954, un año antes de su muerte, es eslabón más  en la cadena de pruebas de que Einstein no era un creyente religioso como lo  declararon los supernaturalistas. La carta escrita con su puño y letra,  destinada a el filósofo Eric Gutkind, describe la idea de Dios como "producto de  la debilidad humana" y la Biblia como "demasiado infantil" y esto pone fin a  todos los intentos para retratar al ilustre pensador como un defensor de la fe  religiosa.
La extraordinaria pieza fue subastada por Bloomsbury en  Londres este mes. La puja ganadora de 404,000 dólares (25 veces el estimado  antes de la venta) vino de un coleccionista extranjero quien tiene una "pasión  por la física teórica y todo lo que eso conlleva". Richard Dawkins, realmente  triste, estuvo dentro de los postores que no obtuvieron las pieza, hubiera sido  un merecido dueño del documento.
  
  
El profesor Dawkins,  famoso biólogo británico y Asociado Honorario de Rationalist International, ha  sido la persona que más ha hecho por clarificar la postura de Einstein sobre la  religión. En su libro The God Delusion, explica que Einstein, quien se hacía  llamar "un profundo no-creyente religioso" y que cuando ocasionalmente invocaba  a Dios, se refería a algo totalmente diferente de lo que comúnmente entendemo  por ese término.  "La religión de Einstein" claramente excluía cualquier  idea de lo supernatural, por el contrario, era una expresión de reverencia  panteísta.
"Los panteístas no creen para nada en un  Dios sobrenatural, pero usan la palabra Dios como un sinónimo no-sobrenatural de  la Naturaleza, o Universo, o las leyes que gobiernan su funcionamiento. Los  deístas difieren de los teístas en que el Dios deísta no responde a las  plegarias, no está interesado en los pecados o en las confesiones, no lee  nuestros pensamientos y no interviene caprichosamente con milagros. Los deístas  difieren de los panteístas en que su Dios es un tipo de inteligencia cósmica,  más que la metáfora panteísta o el sinónimo poético de la ley del universo. El  panteísmo es un ateísmo sazonado. El deísmo es un teísmo  suavizado".
"Existen todas las razones para suponer que los famosos  Einsteinísmos 'Dios es sutil pero no malicioso' o 'Él no juega con los dados' o  '¿Tenía Dios elección de crear este Universo?' son panteísmos, no deísmos, y  ciertamente no teísmos. Einstein utilizó 'Dios' de una manera puramente  metafórica y poética. De igual manera la hizo Stephen Hawking, y muchos de los  físicos que ocasionalmente utilizan las metáforas  religiosas."
Dawkins cita los escritos del propio Einstein  sobre la religión: "sentir que detrás de lo que puede ser  experimentado hay algo que nuestra mente 'no puede entender' y cuya belleza y  sublimación nos llega únicamente de manera indirecta y como débil relejo... ésto  es la religiosidad. En ese sentido soy religioso."
"En este sentido", agrega Dawkins, "Yo  también soy religioso, con la reserva de que 'no puede entender' no significa  forzosamente 'nunca lo podrá entender'. Pero prefiero no llamarme religioso  porque puede ser confuso. De hecho, es destructivamente confuso porque, para la  mayoría de la gente, 'religión' significa 'sobrenatural'. Carl Sagan bien lo  dijo "... si por 'Dios' uno quiere decir el conjunto de reglas que rigen el  universo, entonces claramente existe tal Dios. Este Dios es poco satisfactorio  emocionalmente... no tiene mucho sentido rezarle a la ley de la  gravedad"
  
 (Todas las citas son de:, The God Delusion, Gran Bretaña,  2006)